Crucifijo

El polvo de los sin techo
muere de pena
el soldado
que nunca soñó
esa ciudad de sal que lo vio crecer
en un misil.

Sombrío espejismo no resiste a la agonía
de haber vivido
en la capital de los conflictos
y en alguna tregua

repta terrenal cactus en la memoria
donde renace y subsiste
habilidad suicida
para los domingos de desidia.

Hay lugares que se desconoce
desde la ventana
(el mundo al revés)
el alma y esa sombra prometieron
otro paraíso.

Premonición que ha dejado a suerte
en otro recuerdo
se ha visto forzar un milagro.

Esa necesidad de sacar
espátula en mano
el crucifijo de mamá.

 

Potentes imágenes y un gran cierre que conforman un excelente poema. Mis felicitaciones, Martín. Saludos.

(desconocen)

 

Profundos versos.

Un saludo cordial.

 

Gran poema. Imágenes que brillan como los luceros. Arte poético que derrama racimos de luceros.
Un abrazo con la pluma del alma