Caminantes

Eran noches rojizas, y nos espiaban los astros
cuantas veces caminamos vagabundos de la mano
entre álamos plateados que acompañan el sendero
que lleva hasta la estancia donde naciste un verano.
caían las hojas secas, con la brisa entre tus dedos
el camino era largo y lento, como las lluvias de enero.

Contábamos los faroles que alumbraba nuestro paso
señalábamos estrellas y mediamos el cielo
te despedía en la entrada y te esperaban dos criados
nuestros brazos se negaban a soltarse al mismo tiempo
se cerraban los portales y nos seguíamos viendo
tan solo nos separaban las altas rejas de acero.

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Envidiables letras supremas.

 

Una maravilla de imágenes brotan de estas fabulosas letras
un poema para enmarcar, ese paseo agradable tan solo empañado
por las rejas, pero de una belleza suprema.Mis estrellas a tu arte
y un abrazo desde Toledo -España-

 

gracias amigo me alientan tus palabras, un abrazo

 

gracias, me alegra que te guste este poema, exitos!