Calatraba

Calatraba

Pobre Mario, puta miseria.
Amaneces a las cuatro de la mañana.
Acatas sumiso la voz del encargado,
que tienes por padre en tu candidez.

Pobre Mario, puta miseria.
Tus aniñados ojos ven los mundos.
Te quisieras Fernando Alonso.
Eres la nada que más se ignora.

Pobre Mario, puta miseria.
Aún, a veces, diriges la palabra
a las muchachas y ellas, oh,
ellas gesto airado, perras.

Pobre Mario, miserable!
Como un cachorro chiquitín
jamás alzas la voz que tienes.
No ves que tienes voz!

Miserable Mario, parroquiano
de mostradores que te sirven
tiranamente copas de Chinchón.
Mario, miserable, te achicas
y el sol que no para y quien
no corre vuela. Vuela miserable!

Pobre Mario, puta miseria.
Ay, quinto, hermano.
Tu cara de cráter, corazón
escupidero.
Te he visto a través
del carbón de Goya,
columpiándote
en un circo que era tu hogar.

Te sonreías.

 

San Blasfemo:

Otra vez delitándonos con tu estilo fuerte y tendente a la sensual oscuridad, muy bueno o tal vez prefieras un precioso malo, je je.

Un saludo

Jaime

 

no sé muy bien lo que quieres expresar... parece un poema triste, un poema lleno de lástima, de ideales rotos y lejanías... llámame ignorante si quieres... lo que sí sé con certeza es que tienes un estilo muy tuyo, y eso es invaluable...
saludos

 

Sanblafemo quitome el sombrero a pesar de la caspa y los piojos disculpa por ellos

 

Qué abandonao tenía esto.