Brotes.

Brotes.


Y hoy una vez más arribará la mañana.

Una brisa, y quizás, un destello, a través de tu ventana

Allá afuera, un mundo impersonal y desolado espera

Que finjas como si la lluvia no mojara y la piel no envejeciera.



Si la rabia ante una prisión callada se rebelara de repente

Ese mundo no dudaría ni un segundo en tacharte de demente

Porque los individuos funcionales son bien adaptados y sociables

Besos gratuitos y sonrisas son histrionismos celebrados a raudales.



Extrañas un lugar que jamás has conocido

Los campos limpios y fluidos donde siempre vives en estío

Un lugar en que el amor no pone condiciones

Y un moverte libre sin ataduras asfixiando corazones.



Tus voces te preguntan susurrantes

¿Cómo sentir la falta de lo que jamás se ha tenido antes?

Quizás ese hambre nace de algo que algún día olvidaste

Pero que tu esencia plena conserva pleno y perdurable.


No tengas miedo a las mañanas por venir

Si la soledad te abraza

Es el regazo de mujer que te espera y te solaza

Si tan solo le permites a tu vida una semilla de dulzura y esperanza.

 

Ayyy Vronte, la esperanza es lo último que se pierde y tus versos son esperanzadores, con un toque de melancolía que hace su contenido aún más bello. Me ha encantado leerte. Besazos con cariño y con admiración.

 

De nuevo por acá contemplando la hermosura, la grandiosidad del arte.