Aquella noche.

Me bauticé con tus labios
Para no olvidar jamás
Que debía creer en ti.
Hicimos común unión
Desde aquella bella noche
En que tus labios bebí.

Con similar actitud
Mordiste desenfrenada
Mi boca, y quedó marcada
Para siempre tu mordida
En mis labios... de por vida.

Nos abrasamos amantes
Junto al quiosco de la playa
Mientras llegaban campantes
Las olas, que acariciaban
Nuestro feliz escenario.

Bailamos un bello son
Al compás de los deseos,
Mientras que llegaba el sol
Y volvía encenderse el cielo;
Toda la noche lo hicimos.

Quise llevarme conmigo
Tus bellos ojos morunos,
También... tu ropa de seda
Y tu bella cabellera
Que causaron los conjuros.

Desde aquella noche blanca
Se vaciaron los deseos
En el mar del corazón
Para ya jamás salir;
Jamás volví a disfrutar
Aquella noche sin fin.

 

Recuerdos del momento quedan marcados por el romanticismo en este poema lleno de belleza. Un gusto leerte, saludos cordiales.

 

Así es, amiga poeta. Se clavan en el corazón para siempre.
Gracias por premiar mis letras con las tuyas.
Un abrazo.
Feliz noche tengas.