Dos mil años

Dos mil años,
y todavía la gente
no puede vivir en comodidad,
ni las guerras terminaron,
ni las enfermedades desaparecieron,
seguimos igual de mal o peor,

dos mil años,
y las mentiras
nos siguen pareciendo opcionales,
las verdades se mueren,
porque la gente no se acepta
ni a si misma,

dos mil años,
y las culturas
siguen oprimiendo
a un tumulto de gente
que adoran ciegamente
a próceres que sufrieron,
y seguimos por sus cauces sufriendo,

dos mil años,
y los sistemas
siguen siendo monarquías,
subyugando al más débil,
y sobornando al más influenciable,
somos peones,
en un ajedrez ya estipulado,

dos mil años,
y las torturas
siguen siendo pan de cada día,
tragamos odio,
y sembramos disconformidad,
para que más gente opte
por terminar con su vida,

dos mil años,
y la "salud" sigue muerta,
tergiversamos sentimientos,
cercenamos cuerpos,
porque nadie
parece estar satisfecho
con lo que nos obligan a asimilar,

dos mil años,
y parece ser que el cielo no existe,
que el infierno está en la tierra,
y que toda felicidad es inalcanzable,

dos mil años para mentir
y seguir mintiendo,

dos mil años,
y el sol nos sigue resultando
aterrador e irremplazable,
no podemos alejarnos de la naturaleza,
necesitamos quemarnos y sangrar,

dos mil años,
y no tenemos el valor
para cuestionar a la mayoría,
involución, el mundo gira,
y todos nos recostamos,
porque nadie lo puede detener,

dos mil años,
son veinte vidas completas,

al final, nuestra historia,
es de una insignificancia miserable,
bien nos haría, haber nacido,
en un mundo más decente.

 

Este poema es un lamento profundo sobre el fracaso humano a lo largo de los siglos. A pesar de dos mil años de historia, avances, guerras, filosofías y religiones, seguimos atrapados en los mismos errores: violencia, desigualdad, mentira, insatisfacción, opresión. El paso del tiempo no ha traído consigo una verdadera evolución espiritual o social; más bien, parece que la humanidad ha involucionado en muchos aspectos.


La crítica no se dirige a un grupo específico, sino al sistema global, a la manera en que los seres humanos hemos elegido estructurar nuestras sociedades, relaciones y creencias. El poema pone en evidencia que, aunque el discurso de progreso ha estado presente durante siglos, en lo profundo persisten las mismas heridas no sanadas.


La conclusión implícita es dura pero clara: tal vez no hemos fracasado por falta de tiempo, sino por falta de voluntad, de autenticidad, de humanidad. Y en ese sentido, se deja entrever una amarga verdad: si no somos capaces de romper este ciclo, el paso de otros dos mil años no cambiará nada.

Saludos cordiales

 

La situación puede cambiar radicalmente... las percepciones no.
Cada ubicación puede afectar, pero depende de los individuos su actuar.

Saludos.

 

Han pasado 200.000 años y el ser humano ha evolucionado bastante poco a pesar de que hoy seamos capaces de extinguirnos a nosotros mismos en unas horas con solo apretar un par de "botones rojos".
Dudo mucho que nuestra especie vea algún día ese "mundo decente" y estupendo que mencionas; somos demasiados, y muy a menudo demasiado egoístas, demasiado irracionales y demasiado estúpidos. A lo mejor tras un suceso apocalíptico y si los supervivientes volvieran a empezar, quizás así...

Me gustó leerte, aunque deberías corregir algunos aspectos gramaticales, en concreto el uso de las comas (excesivas y mal utilizadas), ... por ejemplo en la última estrofa solo debería haber una coma tras "miserable", las demás sobran.

Un saludo cordial, compañero.

 

los humanos somos humanos, después de todo. nuestros ancestros de hace cien mil años ya eran humanos, sin ninguna diferencia con los hijos de puta que abren las puertas del infierno o con aquellos santos que ayudan al prójimo aún a costa de su propia vida.

hace diez mil años, la tierra se comenzó a calentar para dejar atrás la edad del hielo, y entonces, comenzó a surgir de poco la agricultura. con ella, vinieron las aldeas: catal huyuk, banpo, moheho daro, caral. la gente que comenzó a organizarse descubrió que era más cómodo quedarse en un solo lugar, y luego, que podía obtener excedentes si ponía suficiente atención a la tierra... y que podía asediar a otros para quitarle eso mismo a los demás: entonces civilización, dioses, guerra y conquista siguieron.

a finales de los noventas salió el age of empires. soy fan. el que no era precisamente fan de tal cosa era el hijo del carpintero, que hace dos mil años se asomó al planeta para comprobar con su propios ojos la locura del mundo, de la civilización, de los mercaderes en el templo que hacían dinero a costa de los que apenas tenían para el pan de cada día. no quedará piedra sobre piedra de ese templo mundano, dijo.

y no quedará, cuando este puto mundo se vaya a la mierda por los pecados de dos mil años atrás, de mil años atrás, de quinientos, de cien, de 1948, de 1990, de 2016, de ayer y de hoy.