Formas de ser feliz

Yo con mi ropa un poco gastada,
mi modestia de siempre,
mi piso alejado del centro
y mi coche de catorce años.

Tú con tu ropa de marca,
tu eterna jactancia,
tu finca en una zona residencial
y tu coche último modelo.

Somos muy diferentes, pensé.

Mi felicidad no coincide con la tuya.

Tu felicidad se viste de oro,
se enseña como un trofeo.

Mi felicidad carece de pretensiones:
una hermosa puesta de sol,
un amigo con quien charlar,
una mujer que te quiera y a la que quieres,
un poco de lectura y una película de vez en cuando.

Cada cual es feliz a su manera.

Pero hay una gran diferencia:
tu felicidad es esclava del dinero,
la mía, no.

 

Tristemente de una manera o de otra la felicidad acaba dependiendo en mayor o menos medida del dinero, la mejor manera de que sea en menor medida es teniendo el suficiente dinero para no depender de nadie o de casi nadie.
En cualquier caso el dinero es una herramienta mágica e infalible para medir la verdadera valía y los valores de las personas. Un abrazo, Ramón.

 

Una puesta de sol....
A mi basta tener ojos.
Un amigo con quien charlar...
A mi me basta escuchar.
Una mujer que te quiera y a la que quieras...
A mi basta tener la sensibilidad de tocar
Un poco de lectura y una película de vez en cuando...
A mi basta escribir.

Creo que pretendo aún menos para ser feliz.

 

La necesidad del dinero no la cuestiona nadie, pero hay quien lo idolatra, creo que no es mi caso, o al menos me quiero convencer a mi mismo de que no es así. Lo que yo valoro en la vida no se mide en monedas. Pero bueno, así me va. Un abrazo y gracias por el comentario, Luis.

 

Con lo que más estoy de acuerdo es con lo primero, son suficientes los ojos. El resto me resulta algo incompleto. ¿Solo escuchar y no dialogar?¿tocar, eso me suena aún peor?¿escribir si, pero no sería conveniente leer un poco antes, como mínimo? Lo de las películas, bueno, es gusto o capricho personal. En cualquier caso la medida de la felicidad es muy relativa. El poema habla de la felicidad en el primer mundo, por decirlo así. En otros lugares con algo de alimento, un sitio donde guarecerse, un cuenco de agua, y un cielo estrellado son felices. Gracias por leer y dejar tu comentario. Un abrazo.

 

En otr

En otros mundos también hay felicidad.

Saludos.

 

Los que idolatran al dinero casi siempre son personas con fuertes complejos de inferioridad que ven en la riqueza material una manera de sentirse alguien importante o superior, y su calidad humana es inexistente.
Otro abrazo de vuelta, Ramón.

 

Está claro, amigo, Alde que sin las necesidades básicas bien cubiertas es difícil ser feliz. Sé que eres cubano y supongo que en tu país hay m

Está claro, amigo Alde, que uno habla desde su perspectiva y circunstancias que no son exactamente las mismas que las de otros. Es evidente que sin un mínimo de dinero que te asegure la cobertura de las necesidades básicas es muy difícil ser feliz. Solo conozco la situación de Cuba de oídas, no he visitado tu país al que tengo muchas ganas de ir, ya que una parte de mis antepasados emigraron y vivieron allí, concretamente mi padre nació en La Habana. En definitiva concuerdo con tus apreciaciones y agradezco que las hayas manifestado. Un abrazo.

 

Claro que hay otros mundos, pero es difícil no ser subjetivo en un poema. Gracias por comentar. Un saludo.

 

Estoy de acuerdo contigo, Luis. Gracias por tus aportaciones. Un abrazo.