Desasosiego.

Me siento, me levanto, me desplazo.
Pongo la vista en todo sin ver nada,
soy una eterna desasosegada,
mientras dibuja mi pincel, de un trazo,
la línea descendente.

Me desplazo, me siento y me levanto.
Me irrita la quietud y estar parada
es una cruel tortura que no aguanto,
me quedo consternada.

Quizás por eso no cesa el trasiego
en mi mundo tedioso y anodino,
y todo el movimiento que despliego
me libera del llanto
que me sale al encuentro del camino
de modo clandestino
si me encuentra tranquila y reposada.

Si no hay nada que hacer, yo me decanto
por buscar pasatiempos febrilmente,
que me distraigan, harta del presente,
y de charlar tan solo con mi sombra,
evocando la voz que no me nombra.


​

 

Eso, pasa todo el tiempo. Me identifico, por eso hay que escribir y escribir, y ... .me gustó mucho, un gusto leerte.

 

Pues ciertamente con estos pasatiempos sorprendes al personal escribiendo un simpático pero a le vez excelente poema,
saludos

 

Cuánta razón tienes, estar ocupado, es una forma de driblar la soledad, me gusta mucho el poema

 

Para sumar otra actividad más a las que ya tenemos, que no suelen ser pocas.
Saludos.

 

Muchísimas gracias, Pepe. Encantada de encontrarte aquí.
Saludos.