La risa de la rosa.

Cual taza de café, por la mañana
me bebo poesía, versos sorbos,
algunos estirados, otros corvos;
es la infusión que a mi alma vuelve sana.

Primavera me toca la ventana
y el aroma de flores mata morbos
que adolece mi espíritu por torvos
padeceres nocturnos, noche insana.

El día, poesía y primavera
le ponen banderolas a mi acera
y avanzo con buen paso y buena cara.

Desfilo por mi día presurosa
me río con la risa de la rosa,
y pienso en tu cantar, sonrisa clara.​

 

Buen soneto para esta tarde gris asturiana donde vemos poco el sol.
Un placer detenerse una vez más en tu obra amiga Luciana.
Un eterno abrazo.

 

Así es Alde, gracias por tu amable lectura y por dejarme tus amables palabras. Un abrazo.

 

Halcon o, gracias por detenerte a leer y por dejarme tu agradable comentario. Un abrazo.