Soliloquio del circunspecto

Incongruentes por elección y deporte,
y en pleno ejercicio
de nuestras arbitrariedades,
convertimos en cosmología
lo que debiera ser fémur, prójimo, ápice.
Y a la inversa, nos valemos del coloquio para tutear lo indescifrable.
Después de todo, el embuste
no es otro
que hacer del agotamiento una ideología,
un parque para los domingos:
la repetición de canciones
que fueron únicas.
Valiéndonos de la escasez y la inutilidad
usamos la fatiga como combustible
para transcribir distancias.
Y claro nos quedamos cortos.
Porque lo que llamamos entusiasmo,
en rigor tiene menos carga de honestidad
que la renuncia en el rostro
del convalesciente.
Por eso nos causa más temor la coincidencia que el antagonismo,
y preferimos la basurita en el ojo
a la clarividencia.
¿Habrá alguna forma de soberanía fuera del hurto?
¿Y aspiración más noble que el encierro?

 

Una cosa es cierta: nos han inmovilizado.
Un saludo, Riolita.

 

Pies y manos. Boca no porque todavía les sirve.
Un abrazo Sergio.

 

Gracias Alde. Saludos hasta la mayor
de las Antillas.

 

Me gusta eso de la basurita en el ojo, que profundo. Un gusto leerte.

 

Pues yo no quiero tener basurita en el ojo, con lo que eso molesta! Me quedo con la clarividencia, de todas, todas.
Un saludo, Riolita.

 

Yo ya tengo hasta un parche.
Y no falta quien se mofe llamándome
Francis Riolita Drake.
Un abrazo amiga.

 

Creo que en algunas culturas Eratalia
significa pitonisa
Gracias por llegar y gran saludo para vos.