Tercetos encadenados

No sé que es ictericia,
pero todos me dicen que la tengo
que todos me lo digan me desquicia.

​

 

No sé si voy o vengo
en esta vida larga y errabunda.
Del placer, a mis años, no me abstengo.​

 

Estimado Marcos, sigo el terceto de Ermenegildo ya que el tuyo está fuera de secuencia.

Cosa nauseabunda
es que haya quien mintiendo se enriquezca,
sin embargo esa gente es la que abunda.​

 

Se verán omisiones,
los corruptos haciéndose los tontos.
Sacarán el dinero con camiones.​

 

No nos hagamos tontos
este amor algún día ha de acabar
ahora entiendo el por qué de tus prontos.​

 

Nunca voy a olvidar
lo que dijo ese sabio aquella noche.
De lo dicho jamás te has de enterar.​

 

Mucha diversión sábado a la noche
trae muchos dolores de cabeza
y billetes derroche.​

 

Lo digo con certeza:
la parranda te mata sin piedad.
El sexo se te sube a la cabeza.​

 

Lo que es la soledad,
pura imaginación con desvaríos
muy lejanos a la realidad.​

 

He tomado desvíos
y alguno los tildó de desviaciones.
Hay que evitar morirse en voceríos.​

 

Hay cosas verdaderas
y embustes más potentes que lo cierto.
Plata y traición son buenas compañeras.​

 

Me causa desconcierto
que los medicamentos me hagan daño.
Mejor es no tomarlos, ¿eso es cierto?
​

 

Letras a tu partida
adobadas con lágrimas amargas
aunque si, supe que no fui querida.​

 

Ese dicho, "a la carga, dijo Vargas",
lo he escuchado en muchísimos lugares.
¡Las listas de refranes son tan largas!​

 

No sé por qué el espejo
insiste en reflejarme en este aspecto.
Es hora que le ofrezca algún consejo.​

 

Pues en ese respecto
no tengo que explicarte ya más nada
pues yo siempre lo que he hecho es lo correcto.​

 

¿Por qué comunicarnos
por WhatsApp si vivimos tan cerquita?
Esto dudo que llegue a ser amarnos.​

 

Resulta casi insana
la afluencia de turistas al lugar
y siempre harán lo que les dé la gana. ​

 

Ser muy rico quería,
pensaba hasta gobiernos adquirir.
Y lo logré con politiquería.​