Quintillas quincalleras quizás quemen quilos

Si usted a alguien se cepilla
cuidado con el cotilla
que puede causar su ruina
sentándose en una silla
o apoyado en una esquina.

 

La quintilla me fascina.
Casi sin tomar recaudo,
viene alguno y la asesina
con un verso loco y raudo
lanzándose a la piscina.​

 

A mí me faltó un pelín
para ser un gran poeta
pero volé en zepelín
y aunque no milité en ETA
siempre he sido un parlanchín.

 

Nunca he sido bailarín
pero he tocado el violín
y también soy un poeta
que se sienta en un cojín
mientras canta una saeta.

 

Hay una mujer inquieta
que nunca ha sido discreta
ni cuando estaba casada
pues buscaba la bragueta
para hacerme una mamada.

Repito para los que siguen escribiendo como quieren.

abaab, aabba, ababa o aabab.

 

Hubo muchos alborozos
cuando se casó Manuela
y la tarta partió en trozos
su amiga Juana Isabela
que disfruta con los mozos.

Vuelvo a repetir.

abaab, aabba, ababa o aabab.

 

Manuel causó unos destrozos
dentro de los calabozos
y llegó la policía
que le provocó sollozos
hasta cuando se dormía.

 

Hasta cuando se dormía
hablaba de su papiro
y también se sonreía
al pensar que comería
y se mandaba un suspiro...​

 

Esto ya va dando un giro
y se parece a la noria
pero déjame un suspiro
porque he quedado con Gloria
pues es la mujer que admiro.

 

Ya me he roto la camisa,
como un gitano en la boda,
sin ninguna cortapisa
y ahora monto en un Skoda
marchándome muy deprisa.

 

Ya salí guapo en la foto
porque soy un hombre hermoso
que, a veces, me despeloto
al reírme del gracioso
mientras sus chistes anoto.

 

Vuestras quintillas anoto
por si fueran un delito
como el del chiste del pito
o el referido a la moto
...y lo anoto, lo repito.

 

Muchas veces me repito
porque soy mal estudiante
pero eso no es un delito
por lo que me felicito
al ser tan interesante.

 

Qué lejos queda el compás
y qué decir del cabás
ya se nos pasa el arroz
aunque esto no es tan atroz
si no das un paso atrás

 

El flamenco no está atrás
pues tiene a las seguidillas
que son un bello compás
clavándose como astillas
para no salir jamás.

 

Ella se marchó enseguida
porque encontró la salida
de aquel triste apartamento
y la he dado por perdida
por robarme el sentimiento.

Las normas las puso un poeta al que respeto mucho pero si usted se comunica con él por privado o de cualquier otro modo y acepta su propuesta por mí perfecto.

 

Escribir con sentimiento
es lo menos que se exige
a un corazón que sediento
por una pena se aflige
y lo expresa en un lamento