Mi eterno refugio

En el jardín de la vida,
donde cada flor es un sueño,
tú eres mi rosa más querida,
mi refugio en el empeño.

Tus palabras son como lluvia suave,
que calma la sed de mi alma,
tus abrazos, un manto que me arropa,
en cada tempestad que embalsama.

Eres mi faro en la oscuridad,
mi guía en el laberinto del tiempo,
cada gesto tuyo es una caricia,
que despierta en mí el sentimiento.

Gracias por ser mi compañero,
mi confidente en la travesía,
por cada risa, por cada llanto,
por compartir esta melodía.

Tu amor es mi poesía,
que escribe versos en mi corazón,
cada latido es una sinfonía,
que cuenta nuestra dulce canción.

En cada amanecer, en cada atardecer,
estás presente en mi pensamiento,
porque contigo soy libre de ser,
mi amor, mi más cálido sentimiento.

Gracias por ser mi ancla,
en el mar de la incertidumbre,
por ser mi luz en la penumbra,
mi refugio, mi cumbre.

Te amo más allá de las palabras,
más allá del tiempo y el espacio,
eres mi eterna primavera,
mi tesoro, mi más dulce abrazo.

 

Este poema es una celebración del amor y la gratitud hacia un compañero que aporta luz, estabilidad y alegría a la vida suya. A través de imágenes y metáforas evocadoras, el poema transmite un profundo sentido de aprecio y amor eterno. Es canto a ese amor incondicional

 

Muy bonito.Besos desde andalucía.