¡Más maderaaa!

Creo que se me ha ido la pinza...

Y no de humana ambición
viven los seres humanos,
que con sus humanas manos
pierden la humana razón
causa de esta humana acción.
Con humana adversidad
en humana oscuridad,
buscando humana certeza,
piensa la humana cabeza
¿Será esto la humanidad?

 

¿Será esto la humanidad,
o del “Méitrix” simulacro?
Jamás he dado por sacro
lo rotulado “verdad”
o “clara realidad”.
Pienso en don Baruch Spinoza
como en mi existencia moza
no pensé por un momento.
Pero al tema no caliento:
el hilo no clama broza*.
​

Broza: f. Conjunto de cosas inútiles dichas de palabra o por escrito.

 

El hilo no clama broza,
siempre discuten los mismos,
mantienen paralelismos...
Y si les gusta una moza,
aunque les llamen carroza,
se lanzan corriendo al barro,
aunque sin tirar del carro,
soltando algún improperio,
que no hay que tomar en serio
para no comerse el tarro.

* Llamar carroza a alguien es decirle que está ya mayor y pasado de moda.
** Comerse el tarro es dar vueltas a la cabeza pensando en algo.

 

Para no comerse el tarro
la gran bocaza cerró
el primer golpe esquivó
del empellón cayó al barro
al momento que mi carro
hundió su mole pesada
por la boca desdentada
y el suelo tragó al dragón
con su fuego de fogón.
Me burlé de la cornada.

 

Me burlé de la cornada
y proseguí tan campante:
di dos pasos adelante
y después surgió la nada,
pues me caí, desmayada.
Mientras no volvía en sí,
soñaba con frenesí
que estaba en un cielo azul
con mi blusita de tul...
¡Se estaba tan bien allí!
​

 

Se estaba tan bien allí,
daiquiri y piña colada
respirando agua salada
y exaltado frenesí.
Yo le contesté que sí,
que me casaba con ella,
era la mujer más bella,
y estando los dos aquí
mirando al cielo pedí
su cumplimiento a una estrella

 

Su cumplimiento a una estrella
solicité aquella tarde;
que la fortuna me aguarde
y pueda pagar mi pella
sin que en mi erario haga mella.
Ya que he jugado la loto
(poniendo a la apuesta coto)
espero que la ventura,
y no tengo una herradura,
me otorgue esta vez su voto.

 

Perdón por las palabras malsonantes, fruto de la desesperación (cambiada haciendo retórica alusión a la misma).

Me otorgue otra vez su voto
este pueblo de ignorantes,
me refiero a los votantes
que han echado en saco roto
el que les toque el escroto,
olvidando las mentiras
que disimulando tiras,
importándome una "molla"
cuando se les quiebra la olla
al decirme: ¡Tú deliras!

 

Al decirme, ¡tú deliras,
que Jacinto no está tieso!
me dejaste patitieso.
Y que vive en Algeciras,
de músico, haciendo giras,
me deja muy despistado.
Yo lo daba por finado
y oí decir, no te miento,
que un día de fuerte viento
se cayó al acantilado.


​

 

Se cayó al acantilado
de su vida parrandera
pues falla al ala la cera
de un sueño disparatado.
Por alzar vuelo drogado
en su Meca, “Joliwud”,
derechito al ataúd
marchó sin conseguir gloria.
El resto, amigo, es historia:
murió en plena juventud.​

 

Murió en plena juventud;
prometía grandes cosas,
serenatas muy hermosas
acariciando el laúd
mas le falló la salud.
Hablo de Asterix el bardo,
nadie sabe que fue sardo
y sufrió de la censura
y la muerte prematura
de francés ese bastardo.

 

De francés ese bastardo
sabe mucho ese cabrito,
hay que hacerlo despacito
para acertar con el dardo.
Si no te pondrán a cardo
haciendo estos menesteres
con hombres o con mujeres
ya que el dolor va a ser alto
provocándoles un salto
sin producirles placeres.

P.D.: la falta de práctica me hizo confundir los términos...

 

Sin producirles placeres
prestos dicen, “sí, querida”,
dejando el tevé enseguida,
e hicieron sus menesteres
escuchando a sus mujeres.
“¡Ya basta con el Mundial,
viejos zombis de sillón!
Si es que son hombres de acción
ya no dejen el tendal
de sobras, cual solterón!”​

 

De sobras, cual solterón,
me alimento con frecuencia;
deben respetar mi esencia
y no forzarme a la acción
que vengo del bodegón.
Me atienden de maravilla
y hasta escribo una quintilla
mientras me traen la ensalada
con vino de año regada
y atado bien a mi silla.

 

Y atado bien a mi silla
le resisto sus embates.
Es que vinieron mis cuates
a ver cómo la Liguilla,
con un final de guerrilla,
nos define al campeón.
Y por ser hombre de acción
riego el pleito con cerveza
mientras como con fiereza
varias lonchas de jamón.​

 

Varias lonchas de jamón
comerá el que se las gane
y con sus goles rebane
el manjar de ser campeón
en la feria del balón.
Y tratándose de cerdo
a todos os lo recuerdo:
tras la final no podía
y alguno no debería
echarle al cebón un muerdo.

 

Echarle al cebón un muerdo
va a requerir engordarlo
pero solo queda el marlo*
para el esmirriado cerdo.
Ya casi que ni me acuerdo
lo que es comida en el rancho
¡y ni hablar de si es un chancho**!,
solo queda pan mojado.
Hasta a mi humilde estofado
se lo devoró un carancho***.​

A partir del primer verso, esta décima cruzó el Atlántico como el McLaren GT: de 0 a 100 en tres segundos.

* m. Arg., Bol. y Ur. zuro (‖ corazón de la mazorca del maíz).
** m. y f. Am. cerdo (‖ mamífero).
*** m. Arg., Bol., Perú y Ur. Ave del orden de las falconiformes, de medio metro de longitud y color general parduzco con capucho más oscuro, que se alimenta de animales muertos, insectos, y reptiles, y vive desde el sur de los Estados Unidos de América hasta Tierra de Fuego.

 

Este bicho es el carancho,
presentado por Ermene,
al que se ve bien que tiene
en las patas un buen gancho
con las que agarra su rancho.
De origen americano
habla inglés, también hispano.
Como los buitres devora
lo que muere en mala hora
y se lo quita a su hermano.

 

Y se lo quita a su hermano
sin que le importe que llore,
yo le digo que mejore,
menudo bicho el mediano...
Se me va a escapar la mano
para pegarle un azote
o un cachete en el cogote,
pues es que no me hace caso,
de modales anda escaso...
¡Qué niño! no hay quien lo agote.

P.D.: Tengo una duda gramatical, que si alguien pudiera resolverme, a bien le agradecería.
¿Lo agote o le agote?

 

¡Qué niño, no hay quien lo agote!
La táctica está fallando
y desde el puesto de mando
se está agarrando un rebote
quien tiene de padre el mote.
Quizás dejándole en paz
sea ese niño capaz
de agotarse por si mismo
y rescatar del abismo
a su pobre capataz.

 

A su pobre capataz
le consumió la jornada
con una mala pasada
Es muy ladino el rapaz
petulante e incapaz
el hijo mayor del dueño
le acusa mal desempeño
Dice que ya está cansado
del chico desvergonzado
por su culpa perdió el sueño.

 

Por su culpa perdió el sueño,
se las trae con su aire
de gran señor y el donaire
infame del desempeño.
Con sus muestras de desdeño
soportó lo suficiente,
una llamarada ardiente
incinera su familia,
en el dolor quién la auxilia
de lo fatal, de lo urgente.​

 

De lo fatal, de lo urgente,
la agitación dosifico.
Y es que tal vez sea chico
ese desmadre aparente
pues como dice la gente,
piano, va sano e lontano.
Cuenta con algún hermano
o aquel entrañable amigo
que codo a codo contigo
brinde servicial su mano.​

 

Brinde servicial su mano
y espere que le hagan caso,
cédales siempre su paso,
y estará sembrando en vano
de la estupidez el grano.
Si haces esto en estos días
encontrarás almas frías
que te llamarán machista,
antiguo, torpe y clasista;
no hay motivo de alegrías.

 

No hay motivo de alegrías
si me aprietas las clavijas
y en mis asuntos te fijas
como perro en cacerías.
Sigo añorando esos días
de ciego a tu falsedad,
cuando primó la amistad
sobre nimias rispideces.
Les llamo “pelotudeces”
si me enojo de verdad.​

 

Si me enojo de verdad
ya no me verás ni el pelo
así que deja los celos
vivimos en sociedad
en una hermosa ciudad
donde te crees que eres
de entre miles de mujeres
propietaria de mis ojos
y reina de mis antojos
es mejor que me liberes.

 

Es mejor que me liberes
de exigencias infundadas,
estupideces sembradas
debido a los caracteres.
Por eso ya no me esperes,
rompamos esta falacia
pues esto no tiene gracia,
esta relación naufraga
y poco a poco se apaga.
Resolvamos con audacia.

 

Resolvamos con audacia
las amistades presuntas
porque a jugar a dos puntas
nunca te muestras reacia.
Ya me causan poca gracia
los visos de tu falsía.
Fue bien obvio, el otro día
jugabas a ser mi amiga.
¡Qué triste es cuando la viga
en el ojo te hace harpía!​

Nota: me gusta “harpía” así, en su variante con “h”.

 

¿En el ojo te hace harpía
y en la cola una sirena?
Te mereces la condena
que este amor no merecía.
Tu palabra carecía
de lo sacro y verdadero
que merece el compañero
cuando tu querer valora.
La mentira te devora,
te sentencia al basurero.

 

Te sentencia al basurero
sin dejar ninguna opción
y esto, según mi opinión,
te pasa por embustero.
Es una desgracia, pero
míralo con buenos ojos
y evita tantos sonrojos.
Se acabaron sus desplantes,
que no eran nada elegantes,
y además tenía piojos.


​