Dependo, patético, al pesar mi línea en series...

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Dependo, patético, al pesar mi línea en series,
sosteniendo, que estoy constituido
en matemáticos eventos. Llevo mis teorías,
en mi curva espacio-tiempo y, tengo,
pues en mi volumen, una velocidad
constante de fantasma hipotético.

En definitiva, acuño, modelo,
silbo y me sacudo,
bajo mi querer expresar
así en táctiles esquemas,
en lo que significo,
en la redacción indisoluble de mi imagen,
en lo que menciono,
en lo que mido,
en lo que ajusto y reevalúo,
en mi estado, en mi métrico carácter,
y en mi magnitud de venir así corriendo
y mi proporción de retirarme en intervalos.

Me entiendo, con tal magnitud de hombre muriendo,
que me irrito, convulsiono, resucito y me sepulto,
como buen observador en movimiento,
y como mal medidor que soy del tiempo absoluto,
me escucho, conceptualmente riendo.

¡Qué saben los físicos de poesía!


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esa estrofa última es de verdad formidable, va el poema todo es una navaja que disecciona la melancolía...placer leerte.

 

El cierre lo dice todo, besos peque