romance a un suicida

Vas ya por la vida cojo
con luces descoloridas
crees que no queda nada,
ya no encuentras la salida,
de la mente no te roban
esas ideas suicidas,
trabaja, dice el obrero
para dar pan a tu niña
pero solo ves la bala
que te libere de vida,
una cosa yo te digo,
esta vida tiene esquinas
lo que hoy una mala muerte
mañana es la grata risa
por eso yo te propongo
que dejes correr la brisa
y por tu buena fortuna
haz pedazos esa visa
y deja en ese cajón
tu pistola genocida,
mira el sol cada mañana
y no mires las pastillas.
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¡Qué bueno tu poema! Me ha encantado ese romance al suicida en potencia (creo que muchos lo somos). Guardar la pistola, dejar de mirar las pastillas... Tienes razón. Excelente.
Estrellas y besos

 

muchísimas gracias por comentar cibeles, es un honor para mí leer tus comentarios, me alegro de que te guste, saludos y besos

 

Leído tu poema, te digo, con sinceridad: EXCELENTE poema amigo. Me llegó (tal vez por lo de las pastillas, ja ja, pues conozco mucho de ellas). Dejando a un lado esto último, cierto, pero abordado con sentido del humor te digo que tus versos son un canto a la vida; el adoptar la actitud de testigo ante los malos momentos, no identificándose con ellos, pues la mente es una herramienta muy valiosa, pero a la vez nuestro mayor enermigo, y por último veo (una interpretación personal) el tema de la dualidad de la vida , aparentemente pues estoy convencido de que todo es unicidad en esta existencia. Un fuerte abrazo, uff, hoy me extendí más de la cuenta, ja ja. Javi.

 

muchas gracias por comentar amigo, es un honor que te haya gustado mi poema, saludos y un abrazo