La princesa hecha rana

Bajo lluvia de agua fina,
nació un ángel bien nacido,
tez morena, negro pelo,
creció un nardo entre olivos.
Su mirar de niña guapa,
funde el hielo del deseo,
con su gracia y desparpajo,
crea sueños de cemento.

Un día de noche clara,
decidiose a pensar menudo
junto al viento de febrero,
en su presente y futuro.
-¿Qué debo hacer zumaya,
por ser feliz en el mundo,
que tras darme la belleza,
me dejó tras blancos muros?-

En noche de fría helada,
apareciose el diablo,
con su traje y su corbata,
con sus ripiosos engaños.
Tintando falsas promesas,
embaucó a la niña presto,
llevándola a pasarelas,
siendo oveja en el encierro.

Con el paso de los años,
la gracia en sus duros pechos,
el candor en su tez morena,
se esfumó como hace el tiempo,
Falleció en choza de paja,
rodeada de recuerdos,
pudriéndose sus lágrimas,
a mil metros bajo suelo.


Ella: lo pudo ser todo,
Al final: tan solo nada,
por el oro prometido,
humo de lluvia mojada.
​

 

Sí, es nostálgico. Creo que la poesía y la nostalgia son buenos compañeros de baile. Un saludo.

 

Muchas gracias por dejar aquí tu firma.

 

Una realidad más frecuente de lo que se piensa... "Por el oro prometido"...bella creación. Para pensar. Ha sido un gusto pasar por aquí.
Un saludo fraterno.

 

Si es una realidad que convierte a promesas en estrellas estrelladas. Un saludo y gracias por la firma.