Me he olvidado hasta de la lentitud

Me he olvidado hasta de la lentitud del amor,
cuando ha sido olvidado por el olvido.
Es, casi, como perder la vida; es infinitamente
vivir en un féretro vacío, un féretro invisible...
lleno y vacío de amigos y de enemigos,
donde la pasión, -si acaso, de ella, algo queda-,
apenas llega a imaginar que todavía tiene
hambre de todas esas inciertas cenizas que
jamás fueron acompañadas por ninguno
de tus infinitos suspiros