A un amigo de la infancia

¡Ah de la vida¡
Ya no me respondes;
Esa que pasa y pasa
Y no hay vuelta atrás.

Que tiempos aquellos:
Partidos de fútbol o de baloncesto, abrazos y risas,
Aquellos goles que te marcaba siempre igual y tú desde la portería te picabas.
Las chapas con nombres de ciclistas,
Alguna pelea.
Las primeras salidas (El Bogart, el Master, el cuadro)...
los primeros chupitos, las primeras chicas...
La música yo tan de Robe, tú tan del drogas
¡Ah la vida¡
ya no me respondes,
Esa que pasa y no ya no hay vuelta atrás...

Esa que nos llevo por distintos caminos,
Y nos distanció cuando aún no había móviles ni redes sociales.
Esa que un día nos hizo volver a hablar por teléfono.
Nos debíamos un abrazo, y una borrachera, pero lo fuimos dejando,
por esas cosas que tenemos los adultos
de lo vamos viendo...
Hoy ya no será posible
Y ese abrazo quedará en mi "debe"
Ojalá te llegue donde quiera que estés

Que la tierra te sea leve.

 

Buen poema a la amistad, no hay vuelta atrás, segunda ley de la termodinámica. Un gusto leerte.