La verdad está en el silencio de tu propio ser

No es el silencio exterior
el que te acompaña
a lo largo de la vida,

es el silencio interior
que se construye
a base de aquietar tu mente,

disfrutando de la serenidad,
dando tregua a una vida
tan agitada para tomar un respiro
y continuar el camino,

sin tener en cuenta los asaltos
de tu mente que te aturden
con sus incógnitas
y demás bombardeos continúos,

lo de fuera no va a cambiar,
pero tu interior se puede sosegar
a base de respirar lentamente
por pequeños instantes,

con el tiempo esas respiraciones
empiezan a formar parte de tu existencia
y consigues calma más a menudo
llevando al exterior ese estado de quietud,

no es tarea fácil
pero la fuerza de voluntad
y la constancia consiguen
que se produzca un equilibrio,

que dan estabilidad
a las emociones
que en un momento dado
se desbordan,

la verdad está en el silencio
de tu propio ser,
ese que te centra
en el aquí y en el ahora

 

Excelente enseñanza aplicable en muchas situaciones desconcertantes. Saludo amable de Julius.

 

Así es Alde, es la mejor forma de avanzar por el mundo, el guía no está lejos, está dentro de nosotros y veces buscamos pensando que está fuera, nada más lejos de la realidad, feliz día, un abrazo

 

Muchísimas gracias Julius, me alegra lo veas así, gracias por pasarte por mis letras, feliz tarde, saludos para ti también,

y si me permites, doy réplica a tu poema, no sé si de seguimiento o que al leerlo me inspiró en contestar:

No es el frío del sentimiento, es el frío de los sentidos,

y se hizo la noche, se tomó una bifurcación, ahora desprendido de los desaciertos, una luz tenue pero precisa encauzan tus pasos hacia un sendero donde retomas plácidamente la vida,

ahí estás en lo salvaje que te lleva a valorar las espesas ramas, aunque te enredes, es lo natural lo que te sorprende de la vida,

una vida que te envuelve en la creación, en el arte de fabricar burbujas en el aire, en ese aliento que se adormece, en esa excitación de amar el contacto con el aire, de amar la perpetuidad de los latidos,

no es el frío, es amar el sentimiento,amar a ese corazón que late, que se extremece, que se contagia de esa emoción que te entrega la vida