Las vecinas solas y asociales de los pisos de arriba

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Amo a mi vecina y a todas las vecinas solas,
maduras y asociales de los pisos de arriba.
Sobrevivientes a desaires, desamores y otros terremotos existenciales.
Sordas al aullido temible de las IAs,
desentendidas de la ola neofascista que sumerge al mundo.
Flacas por exceso de nervio, ensimismadas
en sus mundos únicos de lexatines y clásicos
de la metro goldwyn mayer.
Con pisada liviana de espíritu amable,
amorosas tutoras de tristes tortugas de bidé.
Lujuria destilada entre insomnios y lloreras impuntuales,
entre vinos oscuros como la lencería de sus sueños.
Solitarias, secretarias, silenciosas, funcionarias
asociales e incomprendidas que llaman a tu puerta
y con lastimera sonrisa
te piden dos huevos para la tortilla
un vaso de leche o una horita de conversación
en modo monólogo
capaz de aburrir a los muertos de toda la vida.
Ellas, con sus diógenes de nostalgias y recuerdos.
Risueñas, con creciente olor a luna
y persiana bajada después de las nueve.
Silenciosas, solas, pero orgullosas
como viejas dragonas sin fuego
condenadas al bajocubierta del castillo
después de las nueve. Ellas,
tras nuestros chivatos techos de papel,
silenciosas, silenciosas, silenciosas.

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Vecinas hay y edades... y pisos donde atrincherarse sin molestar a casi nadie.
Me resulta muy cercano tu poema hoy que me añadieron a un grupo de wapssap de gente que vive dispersa por estos montes.
Al fin y al cabo parece que los edificios y las montañas tienen algo en común... bueno, yo me acuesto a las diez, je, je, je.
Muy bueno. Luís, con esa ácida realidad que indaga en lo circundante o más. Y no olvidemos a los vecinos, que también se las traen. Aquí, al menos, los tenemos a unos cuantos kilómetros.
Un abrazote, compañero de los Madriles, desde estas montañas un día después de la gran tormenta de ayer.

 

me encantó el primer poema que me encontré en esta página.
enhorabuena

 

Como buena rata de PC, detesto leer poemas en el celular un poco menos que responderlos, pero si me espero a llegar a casa igual y se me escapa la primera impresión, que siempre es emoción, y me da por sobrepensarlo todo y me quedo con apenas retales.

Es que las imagino. Y te imagino a ti. De alguna forma lo que dices de ellas refleja algo de ti. De los huevos y la atención que les prestas durante la hora de su soliloquio desde el Big Bang. Y lo que uno encuentra aquí también hace espejo. Todos conectados y todos solos como signo de los tiempos. Aparte, morboso yo, imagino que la chica del piso arriba es una secreta lectora de poesía de la dura y en su cajón atesora un texto titulado Mi vecino de abajo. ¿Qué crees que diría ese poema?

Leerte es recibir una bocanada de certeza entre tanta incertidumbre, carnalito Luis. Reinvindicas la poesía del ciudadano de a pie como algo mucho más urgente y vital que llegar a tiempo a la oficina o al consultorio del psiquiatra.

Va un abrazo grande, tremendo cabrón.

 

¡Huye de los grupos de guasap!, jajaja, ... yo no puedo con ellos . Y sí, hay de todo en estas comunidades de vecinos, pero es de importancia vital que el/la del piso de arriba sea silencios@ y a ser posible sin niños terremoto ni adolescentes disc-jockeys, jeje, ... Aunque indudablemente donde esté una casita en el monte o en el campo que se quite cualquier piso con paredes y techos de papel de fumar
¿Tuviste una buena tormenta ayer?, ... aquí hubo tormentas eléctricas y secas que no valen para ná . Muchas gracias por la visita, Alonso, y otro abrazote hasta tus montes valencianos.

 

Gracias, poeta, y bienvenido al foro.

 

Huyo, huyo de los grupos de wapssap, generalmente los silencio, pero en este ya estaba apercibido desde hace unos cuantos años. Al final dije que venga, vale, apunta y ya veremos. No está mal porque todos los días ponen el parte metereológico y el nivel de alertas, lo demás me pilla lejos.
Sí que fue buena la tormenta de anteayer; menos mal que leí el aviso del metereólogo local y reforcé los toldos y las placas solares. Aún así aún me soltó un sombreante. Es lo que tienen las lluvias torrenciales con granizo y turbonadas con rayos y truenos. Todo un espectáculo con miedos incluidos.
Bueno, en Madrid no habrá (no hay) muchas casas disponibles, es uno de los inconvenientes de vivir en la capital; pero tiene la ventaja de que es más difícil que te caiga un rayo. Aquí acojonan.
Un abrazote a la hora del ángelus... cervecita.

 

Traspolando el espíritu de aquella frase de: "amor a primera vista" para decir que éste es un "poemazo a primera lectura".
Exelente trabajo, Luis, de punta a punta, o como decimos acá un "gol de otro partido".
Gran saludo.

 

Ya lo pensé, Amigo, no podríamos ser vecinos...
Yo soy la loca que llama a gritos a su gato a las 3 de la madrugada porque no volvió o la que pelea con los perros porque no paran (¡nunca!) de joder, o... la que te roba las paltas sin descaro pero te regala mandarinas.
Es decir, soy buena muchacha y vecina pero nada, nada silenciosa.

Felices somos tus lectores, ¡sabelo!
Gracias por volver a escribir.
Abrazo grandote, querido Luis.

 

Jajaja, ... pues sí, seguro que más de una "flor" que la he echado me la podía autorregalar
Lo de las IAs en realidad me importa poco, todo dios está acojonado con ellas, y a mí la verdad me importa un pepino que un día se nos suban a las barbas y nos dominen , si un día lo llego a ver seguramente estaré pedo de pastillas y cerveza viendo las noticias y escribiendo versos surrealistas en un asilo subvencionado ; y lo de la ola neofascista casi más de lo mismo,.. que en el futuro se las apañen los jóvenes que hoy les votan...
Lo de contar batallitas y penas a los vecinos sí me da más repelús... para eso está el foro de melancólicos de MP, jeje. ... Y no, no me imagino lo que diría ese hipotético "mi vecino de abajo", jajaja, pero si existiera me encantaría leerlo, no tengo problema en que me den caña o en reírme de mí mismo

Y bueno, carnalito, agradezco mucho tus impresiones sobre mi poesía urbana, pienso que es mucho más interesante y divertido escribir sobre las cosas reales y tangibles con las que convivimos a diario que hacer poesía con tintes/fines filosóficos, existencialistas o de autoayuda, ... para esa literatura ya está tu colega el Coelho

Otro abrazo grande de vuelta, cabronazo

 

Mira que yo, igual que Medusa, de alguna forma quise compararme con tu vecina, pero yo de verdad soy silenciosa, lo más que hago es saludar a los vecinos y decirles gracias cuando son gentiles y me suben el carrito del super, porque no hay elevador en el edificio y me digo, todavía hay caballeros. Me encantó tu poema, porque empiezas diciendo que la amas. Un gusto leerte un poema nuevo.

 

Carnalito Luis, tú en tu bando realista y yo en mi bando romántico, pero me encanta la idea una afinidad electiva (sin la mariconería de Goethe, digo, si no quieres, ja, ja. Pura dialéctica). Sigo el curso de las IAs para ver si gana Asimov o Arthur C. Clarke, pero igual me vale un rábano. Lo que sí me desconsuela es que los apenas púberes, tan inciertos de futuro, estén apostando a las mismas falacias que ya conocemos: tu enemiga es la otredad. Ante este feroz individualismo posmoderno, triste y solitario, toca defender a Rimbaud: Je est un autre.

Me orgasmeo en varios niveles cuando traes cosas nuevas, cosas para sentir y pensar. Descubrir.

Gracias.

De Lavapiés a Plutón

Carnalito Libra, mi mero cuate:
que no te confundan esas vecinas
que llaman palta a lo que es aguacate
y pelotudo a lo que acaba en rima.

Si a tu puerta llama una tal Romina
con porro en mano, en la otra un mate,
y pide lo que pone la gallina,
más chile verde con dos jitomates:

¡Te jodiste! No es una terrorista
con tornillos sueltos en la chaveta;
mucho peor, ¡es una piba realista!

Te aconsejo, mi buen amigo poeta,
que le marques al mejor exorcista,
o que mudes de barrio… o de planeta.

 

Muchas gracias, compa, me encanta que te gustara; mola eso de "gol de otro partido", no lo había escuchado nunca, me lo guardo . Un abrazo, Nicolás.

 

Gracias por vuestras lecturas y likes, Crisantemo, Eratalia, Alizée, Luna Roja, Eloy y Danie. Abrazos, compañer@s.

 

A ti te perdonaría incluso los gritos al gato y las peleas con los perros a las 3:00 pm., lo que ya no me convence tanto es el cambio de paltas (que Pedro me ha aclarado gentilmente que son aguacates ) por mandarinas

Gracias a ti por todo, Romi, y sobre todo por tu amistad ¡sabélo! . Un abrazo gigante de vuelta.

 

Todavía hay caballeros, sí, aunque cada vez quedamos menos ... y sí, la amo (bueno, la amaba, porque ya se mudó ). Es un auténtico lujo tener vecinos silenciosos, uno no lo sabe hasta que los pierde . Muchas gracias, Luciana, me alegra que te haya gustado. Un abrazo, compi.

 

Bello poema Luis.

 

Jajajaja ... ¡Vaya peazo de soneto! , Eres un puto crack, carnalito, ... te hago la ola

 

Gracias, José. Un cordial saludo, poeta.

 

Me encanta ese concepto del trabajo de un poeta.

 

La vez que más miedo he pasado en mi vida fue un día que estaba en la finca de campo de un amigo donde iba a construir unas cuadras, y se fue a comprar algo (no recuerdo qué) con mi coche y me dejo solo, entonces cayo una tormenta eléctrica de cojones y caían los rayos a pares y a unos 50/100 metros de mí. Te juro que pensé que no lo contaba

Gracias de nuevo, José. Un abrazo.

 

Algunas vecinas de esas quedan todavía, me recuerda a las que teníamos en el piso de arriba, buena gente que tuvieron que soportarnos, niños entonces, con el jolgorio, la música demasiado alta y esas cosas que molestan y de las que no se dan cuenta los niños. Tus poemas son un retrato inteligente, lúcido y original de la vida cotidiana. Un abrazo.

 

Lo que me cuentas me recuerda a mi propia casa familiar. Éramos cuatro hermanos y en el piso de abajo vivía un hombre que aún hoy cuando me acuerdo me sigue sorprendiendo de lo tolerante y paciente que era (es lo más parecido a un santo que he conocido en toda mi vida ), yo en su lugar hubiera vendido el piso o nos habría asesinado en arrebato de justificada locura , y es que nunca jamás se quejó de las que montábamos habitualmente los hermanos (sin contar con las sesiones de disc-jockey techno del pequeño... )
Muchas gracias por leer y comentar este poema, Ramón. Un abrazo.