Mi salvador no me salvó.

Hoy,
a las 4:45 de la tarde
tomé el revólver
y lo coloqué en mi boca.
Solo era un instante sublime
al jalar el gatillo
para cambiar mi vida
por una misericordiosa muerte.
Tal vez los sesos volarían
quién sabe por dónde,
y parte de mi cráneo destrozado
adornaría la imagen chistosa del diario de noticias rojas.
Por cierto,
el metal del mágico elemento
tiene un sabor frío y solitario.
Una solución firme
que somete a todo juicio
la sinrazón portentosa
de llenarse de valor y hacerlo rápido
o la cobardía de dejarlo para otro día.
Hoy,
a las 4:48 de la tarde
y con el revolver en boca
jalé sin dudar por la preciada evaporación de la existencia
y la maldita mala suerte
me concedió el infortunio
de encasquillar
a mi salvador.


​

 

Uy

¡Uy, que terrible!, menos mal que no probaste antes la pistola!. Un gusto leerte todavía. Un abrazo.

 

Desde lo alto del cerro podía ver la cabaña del cerro opuesto al río.
Podía ver tambien mucho del trayecto del sendero, el puente, la cascada, el bosque, y algunos sembríos.

Pero no podía ver el detalle de las flores, o su aroma.
Ni lo pesado y filoso de algunos pedruscos en el camino.
Tampoco lo endeble del puente, lo frío del agua o lo resbaloso del camino tras la cascada.
Tuve que recorrer mucho, a ratos felíz oliendo jazmines y escuchando aves. Otros ratos evitando avisperos y mofetas.
El trayecto me brindó muchas cosas.

Continuará...

 

mecanismo arcaico y profundamente heroico, porque nada señala mejor un principio que un fin, al fin.
Un gusto leerte, en este día de principios

Saludos.

 

Buen poema realista. Un cordial saludo.

Quién sabe por dónde
frío
revólver
la sinrazón portentosa

 

.........
Otro día será mi señor.
Le mando muchos besos
................
Claridad​

 

::::::::
Creo que ni para esto soy buena mi seño
::::::::::::
Con todo mi cariño
::::::
Claridad​

 

:::::::
Me encantaría leerlo
::::::
Besos bellos para usted
:::::::
Claridad​

 

::::::::::::
Interesante esa expresión mi señor
:::::::::
Besos para usted
::::::::
Claridad​

 

Estoy muy agradecida por su ayuda en la corrección gramatical de este poema mi señor.
:::::::::::::
A veces no es posible escribir bien cuando se está en el limite
:::::
la muerte, supongo, no le interesa ni la poesía ni la gramática.
:::::::
Pero como no me llevó
me ha parecido maravilloso su observación y en cuanto pude lo corregí.
::::::::
Muy agradecida
::::::
Muchos besos
::::
Claridad

​

 

Cuando un poema es bueno los errores ortográficos son secundarios, y la verdad es que tu poema me sorprendió positivamente.

La poesía realista puede ser desesperanzadora pero nunca ha de ser melancólica, sensiblera ni lacrimosa. A menudo trata sobre cuestiones, circunstancias y/o momentos difíciles en la vida, pero los salpica con dosis de descaro e ironía, y también con una creatividad y frescura narrativas buscando canalizar la tristeza y desánimo existenciales en una expresión ingeniosa, lúcida y no exenta de humor.

... Y tu poema reúne todos esos requisitos, con el mérito añadido de que no es tu estilo poético habitual (por lo que te he leído) y que encima, según cuentas, lo has escrito en un momento de bajo (o bajísimo) estado de ánimo, lo que generalmente dificulta sacar esa frescura y ese ingenio que pide este estilo poético.

Mis felicitaciones, Claridad. Un abrazo, compañera.

 

¡Qué buen poema, Claridad!
Sí, somos nuestro mayor reo y nuestro mejor y único salvador.
Abrazo grande.
Gracias por compartir.

 

::::::::::
Definitivamente mi señor le estoy muy agradecida por sus palabras,
curiosamente, de todo pensé, menos en llamar la atención.
::::::::::
Me ha encantando su explicación sobre la poesía realista,
y la verdad es que no es mi estilo,
pero pensé que al fin y al cabo,
no perdería nada en describir mi suicidio mal llevado.
No pongo por duda que lo intentaré nuevamente
y tal vez en esa oportunidad ya no tenga errores
y nada pueda interrumpir la lisura.
Le doy nuevamente las gracias
y le mando muchos besos, de los que me quedan ya.
::::::::::::::::::
Claridad Divina. ​

 

:::::::::::
Gracias mi seño bella
por sus palabras,
aunque el arma se trabó
y no lo pude componer
(nunca antes había manejado una de esas)
supongo que sí,
esta bala,
atravesó mi escritura.
::::::::::::
Besos bellos mi seño
::::::
Claridad​

 

¿Te refieres a lo de escribir poesía realista, ... no a lo otro, no? ¡no me asustes!

 

Mientras descendía iba perdiendo el horizonte.

Un mecanismo curioso ajustaba mi vista desenfocando la distancia para apuntar a la cercanía, y el destino se refugiaba entre los deseos e ilusiones de la mente.

Lo natural es ajustarse al entorno mientras memorizas el objetivo.

La noche llegaba acompañada de vientos fríos.
Su soplo entre las ramas y follajes producía un extraño sonido, de queja o lamento, de escozor en la piel como si mil cardos pasaran por ella.

Curioso estremecimiento de escalofrío.

Su fuerza empujando al piso aumentaba el peso de la carga.

Y a pesar de tanto verde y vida, el ambiente se mostraba vacío.

Las sombras pueden rodearte, pueden abrazarte... más tú no puedes abrazarlas a ellas.

Podrás perder tu tiempo tratando de pelear contra ellas, de resentir su presencia... pero el tiempo te devolverá tus esfuerzos mal gastados.

Tomé posesión del espacio entre los árboles, limpiando su piso, recogiendo ramas y hojas.
Por allí aplasté unas arañas y quemé algunas hormigas mientras encendía una fogata.
No maté con intención... o conocimiento.
Maté por inobservancia, indiferencia... hambre.
Saqué la latita de atún y las galletas de sal. Las llamas crepitaban entre cada mordida.

De nuevo la piel se enchinaba y entrecerraba los ojos mientras caía derrotado al sueño.

Cada miedo, cada mala memoria, cada error, cada furia... fueron juntándose en una pesadilla de la que nadie me podía despertar.

Las promesas rotas, las decepciones, engaños, maltratos y traiciones...
Sentia en el pecho cada golpe y en la espalda cada kilo de culpa... incluso las ajenas.

El terror del abismo, mientras sentía que el piso desaparecía y empezé a caer...

Las maldades aparecían riendo a los lados. Las ajenas... y las mías.

El desconsuelo se desesperaba al no contemplar ningún fin.

Desperté de golpe al sentirme ahogado.
Mis propios gritos, incapacitados de salir, atoraban el aire en mi garganta...

Sentado, sudoroso, asustado... en medio de un eterno silencio oscuro... la inmovilidad me obligó que afine los sentidos que aún sirvieran

Me pareció ver un par de pupilas amarillas y rojas.
Luego pequeños luceros azul verdosos.
Un grillo salto a mi mano... pero la reciente prisión aún ataba mi cuerpo.
No me moví...
Y sentía las espinosas patas del grillo cortar superficialmente mi piel.

Aún sentía... así que descifré que continuaba con vida.

Mis demonios más intensos dejaban caer sus caretas... mostrando su verdadero ser.
Delgados, deformes, desarmados... débiles... pusilánimes...
Mi cerebro insistía en darles poderes, en otorgarles mando...
De pronto un pequeño ratón se volvió un gigante oso... pero sujeté al bicho en mi cabeza y le ordené que se haga más chico... volviéndose un capibara.
Y luego le dije — "aun más chico" — y se hizo conejo.

Mientras las llamas danzaban su último baile, el loco ser tomó decenas de formas y tamaños. También olores y colores... y hasta sabores.

Terminé devorando aquellos miedos, pensando que me harían más fuerte. Que serían escudos.

La experiencia te demostrará que las sombras te pueden ocultar, te pueden proteger... e incluso ser aliadas al momento de atacar.
Al principio todo puede ser doloroso o malo... más cuando conoces lo que son, entonces te podrán ayudar.

Continuará...