¿Un diario, para qué?

No soy el único,
Sé que hay muchos como yo en estado crítico,
Que de ellos mismos son los más críticos,
Querer suicidarse y tener miedo,
De que salga de mi cuerpo la misma sangre con la que mi madre me ha parido a un mundo sin sentido,
Ya si gritan,
Rompen las grietas raquídeas de mi figura orquídea,
'Pero sigamos diciendo que son agujetas',
"Tengo la bata hospitalaria puesta, pero solo yo puedo verla",
"No soy sedentario, me faltan pilas",
'Aspiro a gritar',
Dado que han tocado con un dedo la llaga del núcleo a corazón abierto,
Prefiero estar muerto,
Pero respeto tanto el sufrimiento que pasó ella conmigo...
Que seguiré vivo mientras su cuerpo se marchita con el tiempo,
Aunque me esté apagando,
Esperaré lo necesario con incendios internos,
Demostrando un acto atroz en mí siempre visto,
«Hacer a los demás reír siendo serio»
«Dar consejos de vida mientras la mía está al borde del precipicio»
«Abrazar»
«Preocuparme por cosas que no puedo cambiar»
(Un gusano inmortal en mitad de una infinita estampida de jaguares),
No es falsedad,
Sí quiero hacerlo con sinceridad,
Pero no sale...
No lloro,
No hallo,
No llego a encontrar al infante perenne que siempre estaba rodeado de familiares,
No lloro,
No hallo,
No sale...
¿Cuándo se aprende?
¿Al crecer?
¿Al educarte?
¿Al traumarte?
¿O simplemente, nunca se aprende?
Ahora bien, todo sigue...
Me tranquiliza y complace con opciones débiles,
Ay, mi madre,
Ya cuando su último suspiro impacte en mis pupilas lacrimógenas,
Y sepa que está en un campo celestial con más vida que nunca,
Por fin haré lo que siempre quise,
Si es que no me mata antes las irritaciones emocionales.

Atíntesis. {Ficticio ^^}