La lujuria de la nada.

Ciertamente
caminar con la herida
al ser perseguida
no es nada fácil.
La sombra que sigue mis pasos
lanza una risa de Monna Lisa
al cuidar sus cercados vientos.

¡Sangro bastante!

Ahora es difícil detenerle,
mientras me arrastro de cansancio por el suelo...

El aire se me va,

respirar es un gran trabajo.

Miro nuevamente a ver si me siguen,
sí, vienen rápido porque saben a qué huele morirse.
Les agrada,
es irresistible el olor
y sexual el sabor
de la que agoniza
en la lujuria de nada.​

​

 

Pequeña víctima que no atina si huir o exponerse.
De esconderse o de darse... por miedo al rechazo... por sentirse vulnerable.

No puedes pequeña niña
cerrar tus ojos mientras abres tus brazos
y permites ser la receptora de un beso en la frente
y ligera caricia en tu cabello

La noche es larga.
Las noches son largas.
Y el cuarto conserva aquellas imágenes y gemidos
que envolvían tus temores y tristezas
en intensas agonías de placer.

Si tan solo tocas la puerta
y esperas a que la abran...

 

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Habría que meditarlo muy bien
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Gracias mi señor por dejar su huella
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Besos a usted
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Claridad​

 

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Caminar sintiendo sueño de muerte
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el aire falta
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el horrible cansancio agota
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ver lo horrible antes de irte...
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Besos mi señor
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Claridad​