La matriz del no-ser: sombras que nos deboran.

Vives donde el sol se ahoga al oeste,
donde el pasado grita con voz quebrada,
pero nadie lo escucha.
¿Sientes cómo el futuro, con su aliento glacial, se cuela por el este,
un suspiro que se estanca, que nunca llega,
un futuro que ya huele a olvido?
¿Lo hueles, o no?
Somos la grieta entre lo que fuimos y lo que nunca seremos,
un puente que cruje, que se hunde,
un vacío que no tiene fin.
El ayer se derrumba bajo nuestros pies,
y el mañana… el mañana se arrastra, se escapa,
como una sombra que nunca nos toca,
pero siempre está ahí, mirándonos.
¿Lo sientes?
En el oeste, las huellas se deshacen,
como si nunca hubieran existido.
¿Ves cómo el sol se disuelve entre los dedos del tiempo?
¿Y el este? Una puerta cerrada que, al abrirse, solo muestra la nada,
un futuro sin rostro, sin alma,
sin ninguna promesa.
¿Lo entiendes?
Somos la intersección de tres destinos rotos,
un punto cardinal sin rumbo,
sin estrella, sin guía.
Vives donde el pasado se arrastra en tus manos,
como un cadáver que no puede dejar de pudrirse
¿Y el futuro?
El futuro es un espectro que nunca se deja ver,
pero que te acecha ¡siempre está acechando!
¿lo ves en la esquina de tu visión?

¿Quién eres en este abismo que te traga,
que te consume, que te devora?
¿Un suspiro ahogado en la nada?
¿Carne que nunca encontrará su respuesta?
El tiempo nos devora,
¿sientes cómo cada segundo se convierte en un grillete?
¿Cómo cada instante te ahoga, te quema,
te desgarra?
¿Lo sientes, ahora?

Siente, porque es la única forma de saber que sigues vivo, colega.

 

quien empieza a dejar de sentir esta en un buen problema.
Saludos, Alde.