Siempre por odio

Las tripas de la tierra llorarán
por la sangre vertida de los hombres,
los malditos salvajes tienen nombres,
corre veneno negro de alacrán

por sus venas, y son violentos perros,
rabiosos por los odios, el rencor,
la avaricia maldita y el vil terror
que asesina con mil feroces hierros.

No pararemos hasta devastar
el planeta con bombas nucleares,
la destrucción recorre nuestras venas,

curar sabemos, y también matar,
rezamos a los dioses en altares,
y están de sangre nuestras manos llenas.

 

Y nos creemos civilizados. Nuestra civilización no pasa de la familia. Nuestros mandatarios pertenecen a un mundo que debía de estar superado.
Me gusta la temática de tus sonetos. No se puede hacer mejor en estos tiempos convulsos.
Cordiales saludos y a ver si la gente dormida nos tienen en cuenta.
Castro.

 

Gracias compañero Castro. Los poetas debemos usar las herramientas que tenemos, que son los versos.
Un abrazo poeta.
Paco