¡Más maderaaa!

Si le das buenas razones
y evitas enfrentamientos
y también los aspavientos
esquivas lamentaciones.
Y, según las condiciones,
es mejor parecer necio
y no poner ningún precio
si huele a vino el sujeto
pues puede que algún objeto
te golpee duro y recio.

 

"Te golpee duro y recio,
te convierta en picadillo
por adúltero y por pillo
te deseo, viejo necio."
Eso dijo con desprecio,
mas solo escuché el final.
Por tanta carga sexual,
pensé que me deseaba
y no que me delataba
con su hermano, el animal.​

 

Con su hermano, el animal
convive en tono agradable
y, si es preciso, echa un cable
para cuidar el corral
y su entorno natural.
Lo prefiere a cualquier hombre
sin necesitar de nombre
ni carnet de identidad
pues, solo por su bondad,
es posible que le asombre.

 

Es posible que le asombre
lo que les voy a contar.
Supo esta Tierra habitar
un extraño gentilhombre.
Hoy se le llama "prohombre"
al caballero de honor,
mas el mundo es un horror
de irrespetos y dobleces.
Yo vitoreo con creces
cuando se impone el amor.​

 

Disfrutando de venturas
singlaré mi nueva vida.
Tengo una larga vivida
y esta nueva es travesuras
carente de las premuras
esenciales del dinero.
Ahora seré sincero
con mi pobre corazón.
Por sufrir desatención,
hoy le toca ser primero.​

 

Cuando enciendan las farolas
notarás que te he dejado
al haberte despertado,
en la playa en que te insolas
el seso y decencia a solas,
por truhán y drogadicto.
No quiero verte convicto,
un ánima sin retorno.
Ahórrame ese bochorno,
detesto tanto conflicto.​

 

No afecta al cómputo, compañero Ermenegildo pero ¿no sería "notarás que te he dejado"?

Detesto tanto conflicto,
tanta sangre y amenaza
por creer que hay una raza
que merece hacer edicto.
Del poder es un adicto
quien nos mata por tan poco;
el mundo se ha vuelto loco
y se inflige sin mesura
el dolor y la locura,
por poco no me trastoco.

​

 

Sin dudas. Estuvo todo el tiempo en mi mente ese participio, pero me lo comí al escribir la décima. ¡Gran saludo!

 

Por poco no me trastoco;
el error gramatical
considero garrafal,
¡qué flatulencia del coco!
"Nunca hay que volverse loco",
pensé en mi meditación.
"Namasté" dije un montón,
mas seguía obsesionado.
Luego devoré un helado
para calmar mi tensión.​

 

Podré amar a la doncella
en mi humilde fantasía,
mas casada esta esa tía
con la noche y la botella.
Esto le hace mucha mella
a mi noble corazón.
Le compuse una canción
que es cien por ciento quebranto.
¿Por qué es que la quiero tanto?
¿Nunca aprendo mi lección?​

 

Disfrutaré con certeza
el sol de tu compañía.
Es como un baño maría
de brillo, amor y tibieza.
Es toda mi fortaleza
transformada en haz de luz
que, cual láser, a la cruz
de mi vida desintegra.
¡Qué me importa, apunte suegra!
¡No le temo a su arcabuz!​

 

Cuando me quiso matar
no contaba con mi astucia,
pues conozco cada argucia
que hubiera podido usar.
Presto a contraatacar,
pavonée mi arabesco
y, con semblante dantesco,
pronto lo aterroricé.
A puro cuento escapé,
con ademán quijotesco.​

 

Aunque montaba un jumento
y, por su triste figura,
resultara una pavura,
un audiovisual tormento,
se mereció un monumento
junto al señor de la panza.
Los celebran sin tardanza
y hasta montados en moto.
¿Habrá que poenerle coto
a estos intentos de chanza?

​

 

Disputemos la medalla,
no lo demos por perdido
porque lo que ha sucedido
es que pilló con cazalla
al que guarda la muralla.
Durmió un par de noches tranquilo,
se paseó con sigilo,
soltó su rollo en segundos
y consiguió que, iracundos,
se mantuvieran en vilo.

 

Con pitidos descontrola
un partido caldeado.
A Messi lo han golpeado
y no le pasan la bola,
mientras que De Paul se inmola
a un medio campo caótico.
El que parece psicótico
es un marcador central.
Tiene el equipo rival
un entrenador neurótico.​