El ánima de la palma

“Que no ha encontrado la calma . . .”

En Paseo de la Reforma
de esta Ciudad Capital
donde todo se transforma
tuvo un espacio vital.

Cien años cumplió de vida
la palmera en su glorieta
fue por siempre muy querida
siendo alta, esbelta y coqueta.

Tanta belleza empalaga
reza un adagio certero,
dicen que una “mala plaga”
le hizo daño al cocotero.

Fue perdiendo excelsitud
todo su garbo la palma
por la inmensa ineptitud
del “gobierno” vil sin alma.

No le cuidó su corona
ni sus hojas, ni su tronco,
la vida se desmorona
solo quedó un hoyo bronco.

Ya no tendrán que podarla,
otro árbol aún mozalbete
ahí plantaron pa’ olvidarla
un muy imberbe ahuehuete.

Así, pena la palmera
muerta en raíces y encima
el sabinito por fuera
llora, sufre, se sublima.

Pasmado está como en trauma,
no me lo van a creer,
el ánima de la palma
no lo deja bien crecer.

Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 16 de mayo del 2024
Reg. SEP Indautor No. (en trámite)

 

Hola, bristy, gracias, buenas tardes. Independientemente de lo que sufre la flora del planeta por el calentamiento global. La tragedia de esta palma que refiero, que vivió más 100 años de vida, obedeció a la negligencia del "gobierno" que, una de dos: o quiso deshacerse de la palma inventando lo de una supuesta "plaga" o, exisistiendo la plaga, no se dio a la tarea de aplicarse para salvar a la palmera. En fin, el punto es que unas semanas antes de morir la palma se mostraba en toda su grandeza y belleza. Luego, plantaron en su lugar un ahuehuete que se les murió; después, sembraron otro que no ha podido florecer. De verdad que son unos ineptos. Todo se les cae, se les quema, se les inunda, se les apaga, se les descarrila o, de plano, se les muere. Tristes saludos pero afectuosos. Que siga estando bien.