A la deriva

Devoraste la arena de mi tiempo
derritiendo los relojes
entre sábanas heladas

En un bosque de
anémonas y orquídeas
derraparon las curvas
de tus dedos hambrientos

Duele el espejo
en las pupilas grises
y el maullido
de mil gatos tristes
estremece el aire

Caramelos azules
abrazos de abejas
suspira el viento
en la laguna quieta

Soy la piedra que olvidaste
llorando un rosario de besos
soy la lluvia abandonada
envuelta en mariposas lilas

Me dejaste ciega
rodeada de girasoles
cubierta de musgo

Soy la llave que perdiste
en un barco a la deriva
soy la luna oscurecida
con dientes de queso
y huesos sedientos de vos

Soy tus ojos abiertos
que ven sin mirar
soy mis piernas de humo
tu voz de tormenta
mis labios de sal

 

Qué bonita luna roja me ha encantado. Dulce, tierno, sensual. Un abrazo con la pluma del alma

 

Me encanta, el delicioso y perso mal apasionamiento, que nos ob- sequia vuestro romántico poema
Felicitaciones, compañera Luna.
Cordialmente:

 

Bellas imágenes, destaco la que más me gustó. Un gusto leerte.