Ollín en el polvo

Entre tantas ruedas
en que se alarga la vida,
dejamos prendado cada paso,
suspiros que se lleva el viento,
anécdotas, vivencias y traspies;
cerramos puertas
que no se
ajustaban a su marco,
aunque nos duela a truenos.
Y continuamos el sendero
con miedos, sí, siempre hay miedo
y es por ese miedo que nos metemos
en camisas de acero y finjimos
que todo está bien,
aunque los nubarrones amenacen
tormenta.
Tal vez se pueda encontrar
la manera de pasar inadvertido,
tal vez un día el cascarón de acero
pueda sonreír sin sentir,
ser alienígena o vitrificado,
ollín en el polvo...
Pasa tiempo, pero pasa rápido,
por favor.

 

El miedo es un instinto natural entre los animales para percibir y huir del peligro, entre los animales humanos además es la principal causa de destrucción y autodestrucción, y bueno, no animes tanto al tiempo que ya corre bastante sin necesidad de ayuda . Buen poema, Alejandro. ¡Un abrazo!

 

De tener una camisa de acero, sería al estilo de Toni Stark.

 

El tiempo es un reo burlista, igual que el miedo, Amigo.
Feliz de leerte.
Abrazo grande grande.