Zozobro en tus vacíos

Sueño con vagos ecos olvidados.
Vacíos llenos con las tenues voces.
En las ausentes risas y los goces
de los náufragos nunca rescatados.

Deseo ritos nunca consumados
en cuerpos ensayados y sus poses.
Cabellos de sirena alistan roces
de ahogos que jamás les fueron dados.

Navego con los restos de bagazos
en la boya que me hace descubrir
tesoros en el mar de sus sargazos.

De espalda a la deriva piden ir
esas marcas de antiguos latigazos
a las costas de un nuevo porvenir.

​

 

Algo me dice que todo llegará a buen puerto el día menos pensado. El amor tiene estas cosas, y cuando uno pensaba que ya no podría dar con él, es él quien nos encuentra y nos dicta qué hacer, cómo y cuándo.

Abrazo

K.

 

Oh, el amor.
Un abrazo, K.

 

Tú crees en el amor?

K.

 

Más de lo que él cree en mí

 

Pues yo pienso que el amor no cree en nadie, porque es solo para sí mismo, o tal vez trabaje para la muerte, estén conchabados, en cualquier caso, para bien o para mal, el amor nos utiliza.

 

La vida es así, a veces nos lleva a surfear en un tsunami y otras en la calma chicha, debemos aceptar sus avatares y esperar el nuevo día ya que nunca se sabe lo que traerá. Magnífico poema Sergio, saludos Daniel

 

Personalmente, por más que me apalanque en sutilezas de nuevo cuño, el amor se empecina en proporcionarme referencias barrocas para intentar llevarme al huerto de una convencional adicción con argumentos bizantinos.

Me gusta leerte.

Un abrazo, Sergio.

 

Algo me dice que sigues entre nosotros como un fantasma. Un abrazo, Daniel.

 

Suena de maravilla pero aún no lo entiendo. Un abrazo, Vicente.

 

Tontadas mías, Sergio. Mi abrazo habitual.

 

Cuál si fuera un barco de ezclavos así naufraga el alma en la sedad de los recuerdos. Impresionante soneto. Vaya un saludo para usted.

 

Ya sabes lo que dice el chiste, que más vale que zozobre...
Te he leído atentamente.
Te he comprendido someramente.
Un abrazo, amigo Sergio.

 

Estimado poeta, vaya que el amor se presenta de muchas formas,
tantas veces echo un mar picado, otras tantas una bahía de suaves olas.
Hermosos versos que mucho me han gustado
Un abrazo

 

Muy bueno, Sergio! Me gustó mucho el último terceto poniendo la frutillita al postre.
Abrazo.

 

Es una energía, mal o bien dirigida.
Muchas gracias, Rosmery.
Un beso.