Don de lágrimas

bienaventurados los que lloran
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Don de lágrimas


Llorar, llorar, llorar, como un chiquillo,
pero en la soledad, que no se enteren,
que no penen por mí, si es que me vieren,
que mía es la razón, si así me humillo.

Que no vean los hierros del tobillo,
los que, por tumefacto, se me adhieren,
los que apenas del tiempo ya me hieren:
la costumbre es lo malo de ese grillo.

¡Qué bien algunas lágrimas vendrían
a limpiar las legañas!..., los cerrojos
polvorientos, ¡qué bien funcionarían!

¡Qué bien descifrarían trampantojos
de inicua perspectiva!... ¡Aclararían
esa mirada amable de Tus ojos!
​

 

A mi, llorar, literalmente me salvó de ir al médico. Saludos cordiales, Salvador.

 

Valor terapéutico tienen, desde luego. Para mí lo han tenido también aunque no me libré de tener que acudir a más ayudas.
Con un fuerte y afectuoso abrazo.
Salvador.

 

Y otro abrazo para ti, Salvador.

 

Mil gracias, querida Isabel. Este poema lleva las que he derramado y también el deseo de derramarlas, por eso, por su poder de consolar y de aclarar la vista y el alma.
El placer es mío de verte por este espacio con tu amable presencia. Siempre amable.
Con un gran abrazo.
Salva.

 

Qué maravilla de soneto! Gracias por compartir tu arte, Salvador.
Un abrazo.

 

Con todo aprecio recibo este amabilísimo comentario tuyo, querido Ángel.
Para ti, un enorme abrazo.
Salvador.

 

Yo encajo en este círculo vicioso, grato leerte

 

Con gratitud recibo este comentario prueba de tu puntual compañía.
Con un fraternal abrazo.
Salvador.

 

Las lágrimas son el agua con que se lava el alma. Chausito.

 

Debe salirle muy clara,
si eso es así, le diré,
después de lavar su alma
el agua que llora usted.​

Con todos mis afectos,
Salvador.

 

Lo que te dije por wassap, estás que te sales
un abrazo

 

De vez en cuando es bueno limpiar las penas del alma destilando lágrimas. Abrazo, poeta

 

Me quieres muy bien, querido Pepe, igual que yo a ti. Muchas gracias por tu compañía valiosa.
Gran abrazo.
Salva.

 

Así es estimada Elba y después se limpia la mirada. Muchas gracias por acudir con este amable comentario.
Un abrazo fraterno.
Salvador.

 

Ya te lo han dicho todo, Salva, sobre el soneto y sobre el contenido. Las lágrimas pueden ser una terapia coadyuvante, desde luego.
Excelente poema.
Un abrazo.

 

Gracias mil, querida Eratalia, así lo creo yo. A veces, un bien escaso, también. Celebro que hayan sido de tu agrado estas letras.
Un abrazo afectuoso.
Salva.

 

Excelente remate para un soneto redondo y más que plausible.

Mi abrazo, Salvador.

 

Bonita forma de responder, hermosos versos. Chausito.

 

Muchísimas gracias por este aval generoso de tu comentario, querido Vicente.
Un gran abrazo,
Salvador.

 

Lo celebro, hágalos suyos.
Saludos cordiales.
Salvador.