La muerte parturienta

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Aquí no hay alta noche, y tras la hora
más oscura de un cielo descendido,
se enciende el sol, de pronto, sin aurora.

Mañana será Dios
Juan José Domenchina
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La muerte parturienta
(Jotabé con estrambote)

Cuando llene mi cuerpo de lo inerte
del transcurso será la negra suerte.

Cuando ya mi existencia se termine,
y la tierra por fin me difumine,
y por esta penumbra no camine,
y total mi despojo se fulmine,

las esencias vencidas de mi ser
le pondrán la frontera a tal poder.

Será sólo el principio en que la muerte
ya no exista, y de pronto se ilumine
sin aurora mi nuevo amanecer.

Y volveré a nacer:
¡bendita parturienta y vida rota
que me pares allí donde rebrota!
​

 

Aún quedan muchos poemas escondidos bajo el dosel áureo de tu piel! Un abrazo, Salva.

 

Ayyyy Salva, qué maravilla de versos, como todo lo que tú, mi entrañable poeta, escribes... Cuando la oscuridad se hace más negra es cuando más se ve la luz, y debemos formar parte de esa oscuridad para que esa preciosa claridad no nos ciegue, es tal su brillo, es tal su intensidad que hemos de cruzar el umbral para apreciarlo... ayyy ... cuando una mujer se pone de parto, el hijo de sus entrañas está en la más oscura noche, para ver la luz tiene que enfrentarse al dolor y al llanto, y todos nacemos llorando y al morir también se llora.... el misterio de la vida y de la muerte al descubierto en estas profundas y bellísimas letras que tu corazón nos comparte. Mil besos y mil bendiciones para ti, mi amigo del alma............muááááááaacksssssss....

 

Siempre mil y mil gracias, querido maestro y amigo, por este acercarte a mis letras con tu visión amable. Celebro que este Jotabé haya sido de tu agrado. Efectivamente le he tomado afición a la estructura que seguiré cultivando detrás de los que lo hacéis con tanto acierto.
Un fuerte abrazo, desde la admiración.
Salvador.

 

No sabes la alegría que me ha dado verte por aquí dejándome este tan amable comentario, queridísimo primo. Celebro que estas letras hayan resultado ser de tu agrado.
Un grandísimo abrazo.
Salva.

 

La maravilla es siempre encontrar la hermosura de tus comentarios. En cada uno de ellos dejas jirones de tu corazón, de ese maravilloso corazón que a tantos nos tiene maravillados. Cómo te agradezco tu compañía a la cual no se puede poner valor por lo enorme que es. Mil y mil gracias por todo, querida amiga.
Tuyo siempre,
Salva.