Tamaña vergüenza.

Tamaña vergüenza.



Aquél ante un altar, devoto,
dio su palabra plena
adquiriendo compromisos...
Enredó su lengua el viento.

Una luna llena serena brillaba,
ante la vergüenza escondió su pena.
Una luna nueva observaba incrédula
su vil canallada encendida y puerca.

Todas fueron humo en su ardiente flama
colmando al machista con sus risas fatuas.
Un cuarto creciente vio como aumentaba
su hartura indecente con lujuria vana.

Un cuarto menguante herido de oprobio,
se ocultó en las nubes ante tanta infamia.
Apócrifo y medroso sientes ofensa,
no quieres saber de tu propio estiércol.
El ser tan cobarde debe estar doliendo
¡Es a ti pérfido! que alardeas de hombre.

Ni el sol en el cenit, ni el atardecer,
ni el amanecer pudo soslayar
tu ignominia artera traidora flecha certera
desdoro de aquella mujer.
Estrechez de tu razón enorme como tu mácula,
alienado de gula, ávido de inseminación.

Necio al fin ignoraste el himeneo, la pasión,
la orquídea y la canción.
Un corazón desolaste de la manera más baja.
Es tradición de tu raza besar y después... mortaja


​

 

como duelen a veces estos poemas, que son poco a poco punzantes, saludos guapa

 

¡Muchas gracias Marian por tu certero comentario
a esta vivencia escabrosa!

La vida castiga, aún, cuando se ha entregado todo con amor.

Saludos guapa.​