Mi amigo el pastor y mi tractor

Un mal día y nada más:

Se cruzó en el camino
cantando su canción,
más sincero que el vino

más noble que un halcón,
con tan pocas palabras,
con ese dulce don....

Y observando a las cabras
charlé con el pastor:
-¡Qué si tú siempre labras!

¡qué no pára el tractor!,
¡qué no escuchas al monte
con tu amigo el motor!-.

-Yo ejabro el horizonte
y escucho su penar,
y le pido que afronte

mi arrulloso labrar,
¡qué si es del hombre el hambre,
del comer el sembrar!-.

No sé si por calambre
levantó de un tirón
volviendo con su enjambre...

Que canto mi canción
más sincero que el vino,
y en mi puño un halcón.

Cogió el pastor camino,
también yo a mi motor,
y al otro día vino
con más dulce licor.

 

Acorde a la naturaleza descrita se va labrando un hermoso poema.

He destacado esa palabra "ejabrir" roturar la tierra, porque es la primera vez que la veo y me ha parecido preciosa. Gracias por el aporte!

Saludos,

Palmira

 

Tercetillos "heptas"; nada sencillo. Otro ejemplo de tu estilo minimalista, y dicho sea eso como cumplido: el mensaje ha sido claro, y reitero que a veces esa claridad, aderezada con algunos simbolismos, no se logra sin destreza. Un saludo cordial y un gusto verte de vuelta. Abrazo.
Gus

 

Gracias a ti, me alegra que estos versos que quedaron en las catacumbas del olvido le sirvan para algo tan bonito como es enriquecer el conocimiento, un gran saludo.

 

Muchas gracias Isabel, es un gustazo que te digan que tus versos gustan y embrujan, en este caso comparto el merito con el pastor.
Saludos.
Carles.

 

Gracias amigo Gus, tú siempre me valoras en demasía. Los versitos de arte menor siempre me salen con cierta facilidad, a menudo del tirón, eso sí, con más o menos acierto, pero esa ya es otra cuestión, un abrazo.