"Deja tu piropo"

Tengo a tal dama delante
con voz de tanta dulzura
que porte más elegante
no se ha visto en escritura.

Quisiera mi verso fuera
del suyo décima parte
de esta forma ya tuviera
una porción de su arte.

Del silencio ecos me vienen
que mariposas parecen
del colorido que tienen
cuando en el aire se mecen.​

 

Para Ecos, Lesmo y Javier.

Por cierto, que en esta pausa
se ha armado un buen ramillete,
donde poeta y jinete
se unen por una causa.

También observo lo bella
que es la pluma del poeta.
Un piropo es la saeta
que en el alma deja huella.
R del R.​

 

Tres caballeros andantes
cabalgan ¿quién lo diría?
que en sus armas y talantes
solo hubiera poesía.

El cuadro se ve pintado
con un color de alta gama,
sus caballos han parado
bajo el balcón de la dama.

La vihuela está sonando
y la voz se les desata
porque a la dama están dando
una bella serenata.

Tiene la dama hermosura
y caballeros de a tres
brindándole su escritura
se le han rendido a los pies.​

 

Para Rodrigo.

Cuando Rodrigo se inspira;
se alza la letra y decoros
por la métricas camina,
buscando nuevos tesoros.

 

De piropo en piropo vamos,
a cada cual más hermoso,
éste es un jardín frondoso
que a menudo visitamos...

y este momento es tan grato
al gozar de una fragancia,
que fluye con elegancia,
de gentileza y buen trato.


​

 

Fluyen, se elevan al cielo;
transformándose en centellas,
bajo las notas de un chelo
palpitan en las estrellas.

 

Para el compañero Tucán .

Al poeta de Gomera
con sus versos de espuma;
abraza la tierra entera,
y corazones perfuma.

 

"A Ecos del Silencio"

Llegan cantos de sirena
desde la Tierra del Fuego
de una preciosa chilena...
y saben a miel y espliego...

y emocionan a ballenas...
que lanzan alto su llanto
para pedir a Punta Arenas
que no cese tal encanto...

y allí donde Magallanes
dio su nombre a la región...
mil besos de tres galanes
vuelan entre una ovación.


​

 

Muy bien dicho Don Javier:
su escrito es de tal belleza,
¡se merece esa mujer
lo magistral de su pieza!

​

 

Otro versear: Versos heptasílabos y pentasílabos.

Oí la melodía
de las estrellas
Era un son que traía
cosas muy bellas

Una música que habla
con gran fervor,
un sonido que ensambla
Canto de amor.

Los poetas creamos
gracias a un don
con pasión le cantamos
al corazón.

Rodrigo del Río

​

 

Tú, rosal de tallo helado,
en mi corazón ¿qué hiciste?
Cuando le faltan pregunta
por tus espinas, ¡tan triste!

 

En tus ojos me reflejo,
es tu boca quien provoca
y tus besos de carioca
al amor los asemejo.
​

 

¿Qué les pasaría?
¿qué es lo que notaban?
Los rosales se iban floreciendo
cuando tú pasabas.

 

Galán y bien ponderado;
su altruismo me derrite
si cocina hágame convite,
me chuparé su melado.

 

Como pasa con la nieve
con sus millones de copos,
tal vez para ti yo lleve
infinidad de piropos.

 

Divino.

 

Vengo por aquí buscando;
un varón de porte grato,
se me escapó de los ojos
ronroneando como gato.

 

Al halago con que vino
así le contesto, ¡ved!
¡Si algo tienen de divino
es que le gusten a usted!

 

No debo ser el varón
que vino usted a buscar,
si al verla, de la emoción,
¿cómo podría escapar?

 

jajaja

 

Aquí estoy mi bella dama,
tal vez no tenga maullido
pero mis letras son flama
que no me dejan perdido.

Y si usted quiere la llama
que llevo a sus pies rendido,
basta leer la proclama
que en mi piropo he ceñido:

Sus labios son maravillas,
sus ojos son aluvión
de mil caricias sencillas
que llegan al corazón.

 

Una gran verdad ha dicho,
pues fue varón ingreido
¿ será porque yo le dije
que sería mi marido?.

 

Como fluye de su pluma,
estos versos tan hermosos
son perfumes candorosos
que crecen como la espuma.

Busco sí, mi esquivo amor
ojos color de aceituna
le he buscado entre la bruma,
y hasta la gran osa mayor.

Agradezco que en sus versos
me ofrezca su corazón,
el se llevo mi razón,
se llevó todos mis besos.

 

​

 

Si tus ojos me dejaran
tan solo por un segundo
quitar de ellos mi mirada.