Volvamos al nido

Repliega tus alas y ven;
deja que mis brazos cobijen tu miedo
y que mi boca ahogue tus dolores.

¡No pueden ser más tus quejas
que la tibia calidez de mis besos!
Repliega tus alas y ven,
aunque sea adormecida por mi verbo.

Siente como mi aliento insufla vida
a los colores pálidos que fueron dos Rosas
y ahora son blanco lienzo de un llanto.

Repliega tus alas y deja de volar sin rumbo.
Haz tu nido allí donde yo puse tu nombre
y déjame tener la culpa de tu risa;
déjame que cure las heridas de tus alas,
con el algodón de azúcar de un te quiero.

Alza ahora tu vuelo nuevo,
que yo seguiré tu estela
hasta el nido aquel
donde dejamos los sueños.

 

Bello, preciosidad divina de poesía maravillosa.

 

Gracias maestro por ser siempre el consuelo. Un abrazo.

 

Vuelvo, es una hermosura, divinidad de versos excelentes.

 

Un abrazo.

 

Hermosura, excelencia de arte magnífico.

 

Otro abrazo, Jorge.

 

Vuelvo, excelencia divina de insuperable arte.

 

Jajajajaja Jorge...

 

Profundamente amoroso tu poema amigo...
Muy grato leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Gracias Dark, un placer tenerte en mis cosas. Un abrazo cariñoso.

 

Excelencia y divinidad de versos preciosos.

 

Gracias Jorge. Un abrazo.

 

y cuándo que no me entero,ese vuelo de aves, es sumamente contagioso, lastima que me falta el ruiseñor jajajajaja besos

 

Bueno, ese cuando no te lo puedo decir, jejejejeje. En cuanto a tu Ruiseñor, no se que decirte, porque como sabes, yo, de Gorrión no paso. Jajjajaja. Gracias por tu paso, guapa. Besos.