Querida cafetera envejecida. soneto

Querida cafetera envejecida
el paso de los años te ennoblece;
al percibir tu aroma me apetece
mi taza de café medio dormida.

La esencia del café, tan conocida;
es mágica fragancia que enardece
las ganas de vivir y reaparece
el recuerdo, la dicha ya vivida.

Aunque un nuevo diseño me seduce,
mis fundamentos son imperturbables,
es solo su prestancia que me induce.

Todas mis experiencia memorables
mi vieja cafetera reproduce
con sueños y quimeras inefables.
​

 

Saludos!

grato leerte yo preparo el agua para el té
en esa vieja cafetera y disfrutamos
de una buena tarde cafeteada y con té
y unas deliciosas galletitas hechas al horno.
Encantada!

ligiA

 

Mi querida Libélula, no puedo hacer otra cosa que quitarme el sombrero ante esta maravillosa obra que cubre de lirismo a un objeto tan cotidiano y entrañable como una sencilla cafetera. Aplausos. Chu.

 

Creo que uno de los mejores momentos del día es cuando amenace y pones la cafetera, la que nos ha acompañado durante muchos años, al fuego y toda la casa se inunda del aroma del café; luego, haces largo ese momento sorbo a sorbo. Creo que eso es algo bastante común.
Gracias Tigana.Un abrazo.

 

Hola Era, recuerdo que este poema me lo inspiraste tú, con uno muy simpático dedicado a un objeto y que espero que cuelgues uno de estos días; yo quise darle un tono humorístico y se me fué por el lado nostálgico y es que mi vieja cafetera ha vivido tantas cosas conmigo...
Besos

 

¡Caramba Vicente! No sabes como agradezco tu comentario, porque, a veces, uno solo sabe el valor de lo que ha hecho hasta que se refleja en otro. Imagina lo feliz que me hace tu comentario.
Gracias Chu.

 

Apreciada Lidia ¡Que gran idea! me describes un momento delicioso, lleno de encanto, me apunto. Gracias por acercarte a este rinconcito Ligia.
Un fuerte abrazo.

 

Jajaja No lo había pensado, que conste que tuve esa tentácion con Nespresso, pero por el George Clooney claro, no por el modelito de cafetera que como la mía nada jajaja
Un besote

 

Jaja ¿Verdad? Gracias Ricardo, una alegría tu visita. A ver si nos reunimos todos alrededor de una vieja y humeante cafetera a recitar poemas ...o simplemente a echarnos unas risas.

Un abrazo.

 

Este poema es entrañable, como el aroma del café o el perfume de la piel de un bebé recién bañado. Besos. Chu.

 

Hola Soñador, gracias por tu visita. y tu comentario.Pue no se yo si es la primera vez que recibe este tipo de homenaje pooético, porque siempre los reconocimientos son a el café y no a la cafetera...pero ella tiene mucho que ver.
Un saludo cordial.

Saludos cordiales.

 

Gracias Vicente, es muy hermoso y auténtico lo que dices de estos aromas entrañables que se nos quedan gravados para siempre unidos al recuerdo; el de la piel del bebé recién bañado es una bendición.
Besos

 

Hola epimeteo, cómo me agrada ver tus letras en este trocito que mundo poesía me deja para compartir mis poemas. Saborear una tacita de café mañanero, es uno de esos placeres a los que tanto me cuesta renunciar; creo que cuando me lo prohiba el medico totalmente,pondré mi cafetera, aunque solo sea para que la casa tenga su aroma. Gracias por estar aquí.
Un abrazo