El Reo.

El Reo.​

-"Salí de la impostura
quedando mi verdad sin fundamento.
Dañada mi figura
acallo mi lamento
por algo de lo cual no me arrepiento...


Yo sigo predicando
con críticos barnices de cinismo,
a veces olvidando
que soy un espejismo
de escoria zambullida en el abismo...


Recurro con frecuencia
a sátiras preñadas de ironía.
Deploro mi inconsciencia
a veces tan sombría
y ausente de valor y gallardía...


De vicios execrables
rodeo mi patética existencia.
Costumbres miserables
indignas de clemencia...
Asumo humildemente la sentencia."


-"Por fin has confesado.
No esperes de este juicio compasión.
Has sido condenado...
(Maldita Inquisición)
Podemos consumar la ejecución."


--..--

 

Así es, Alicia... y tenían instrumentos para ir doblegando voluntades, como he pretendido ilustrar en este poema. Besos. Chu.

 

Poquitos culpables reconocen su crimen jajajaj

Buen poema.

 

Me temo que todas son malas. Abrazos. Chu.

 

¿Hay retranca en tu comentario, Duquesa? Besos. Chu.

 

Interesante reflexión, amigo... y muy difícil de argumentar. Un abrazo. V.

 

Gracias, Ana... eres un encanto. Besos. Chu.

 

Estimado amigo: Has hecho un magnifico poema con la confesión de un Reo, que se sabe condenado de antemano.
Hay veces que la "Maldita Inquisición" está cincelada en la mente por nuestra educación; entonces, la culpa y el remordimiento, nos hace reos y somos nosotros mismos los que nos condenamos a una vida de fracasos y renuncia; creyendo que, por nuestros "pecados", no merecemos nada mejor. La culpa está marcada (a veces) por estrechos márgenes, vestigios de una vieja y caduca educación. Todos somos por tanto Reos e inquisidores a la vez.
Me ha parecido, como siempre, un trabajo excepcional ,
Un abrazo
Mª Isabel

 

Lo que es excepcional es tu comentario... Besos. Chu.