Un país de cerdos

No me queda más saliva
que hasta el cielo escupí,
cuando caiga desde lo alto,
preveniros de su mano
fue el motivo de escribir.

Cuando os arañen sin motivo,
cuando os claven al árbol de hierro,
cuando desnudos se queden vuestros cuerpos
y cuando vuestra carne se reparta,
echando a suertes cada uno de sus huesos,
actuaréis correspondiendo
a la hechura sanguinaria de quien os manda
con la mentira de su centro;
y la arrogancia pestilente que os mostraban,
presidentes, reyes, y banqueros,
de los políticos ni me acuerdo,
será la imagen clara que os estoy diciendo:

Dad al césar lo que es del césar,
y al pueblo lo que es del pueblo.
Como el pueblo es soberano…
¡Voto a dios! País de cerdos.

 

Chapeau!, compañero. Mis aplausos por tan excelente y contundente poema, Orfelunio. Un abrazo y Feliz 2013.

 

Muchas gracias por el comentario, LIBRA, un abrazo

 

Parece que en cada país recitamos el mismo cuento.

Buenas líneas Orfelunio.

Gracias por compartirlas.

Un abrazo.

 

Buen poema, realmente muy acertado

 

Muchas gracias por el comentario, César. Un abrazo

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo

 

Como siempre esplendido

Saludos

 

Muchas gracias por el comentario. Un abrazo