161. El Jugador

161. El Jugador

( i )

Paseaba su prestancia
con la rosa en el ojal,
y un andar que provocaba
mucha envidia en los demás.

Siempre pulcro y bien vestido,
tiene el pelo de alquitrán
y una mirada arrogante
que es la de un ave rapaz.

Sus zapatos de charol
acabados de lustrar
resuenan con sutileza
y estudiada suavidad.

Una luz roja le anuncia
que le esperan al 'Black Jack'
y sin dudarlo encamina
sus pasos hacia Belial.

( ii )

Ya está dentro del garito,
pide una copa de ron
y se sienta en una mesa
con el naipe alrededor.

Cambia mucho y juega fuerte
gana a veces, otras no...
Está esperando la racha,
está rezándole a Dios.

Saca un rey contra la banca
y su expresión es feroz,
pide carta: diecinueve,
que es con lo que se plantó.

Pero pierde la partida,
su dinero y el honor,
y con la cara muy pálida
se despide del salón.

( iii )

Con la mirada vacía
y una sonrisa infantil
vagando por las aceras
ha pensado: ¡Esto es el fin!

Ya no hay nadie por la calle...
-¿Qué es lo que ha sido de mí?-
Una luna muy redonda
acababa de salir.

Se marchitaba su rosa,
su charol pintaba gris,
en el alma los recuerdos
de algún beso de carmín.

...

Dormía donde cuadraba,
quería sobrevivir...
y su impecable presencia
una historia baladí.

xxx

Churrete



​

 

Hombre, gracias... abrazos. Chu.

 

Gracias, poeta... te lo leo luego, ahora me voy a hacer la compra semanal. Abrazos. Chu.

 

Gracias, Tere... lo dicho: Eres un cielo. Besos. Chu.

 

Gracias Luviam... un abrazo. Chu.