¡madre que me muero!

¡Madre que me muero!
Aligere el paso
busque a la que quiero
antes de mi ocaso,
dile que la espero
quizá de hoy no paso,
lo único que quiero
sentir su regazo.



¡Guíala señor!
Muéstrale el camino.
Donde está mi amor
está mi destino.
No siento el calor
no escucho su trino;
ya siento el dolor
de perder mi sino.


Madre ¿Qué ha pasado?
¡No quedes callada!
¿Si le has encontrado?
¿Vendrá retrasada?
Madre no has fallado. . .
No reproches nada,
soy sólo pasado
y el pasado es. . . nada.



Perdón madre mía
lo tonto que fui,
aquí en mi agonía
me olvido de tí,
busco la vacía
mano que perdí
desde el negro día
que la conocí. . .


Un último instante
de vida me queda
en esta ondulante
y fugaz vereda
que soñé constante,
cual enredadera,
con su luz brillante
me causó ceguera.



Todo en esta vida
es una balanza,
cultivé una herida
que al final me alcanza
y en pacto suicida
forjaré una alianza
de fe prohibida
y desesperanza.


El perdón que pido
es mayor castigo
que el eterno olvido
que andará conmigo,
porque siempre he sido
ausente testigo
del amor vivido
y su tierno abrigo.



¡Que me muero madre!
Véngase a mi lado.
Voy junto a mi padre
rumbo a mi pasado.
¡Que me muero madre!
Y sólo he logrado
que el dolor taladre
mi cielo estrellado.


La noche llegó,
con ella el adiós
y el verso murió
callando mi voz.
El amor cayó
de manos de Dios
y al pasar dejó
un invierno atroz . . .



(Enero 21, 2012)

 

Buenas letras has plasmado en tu poema, mucho sentimiento en ellas. Ha sido un placer pasar a leerte. Saludos.

 

Interesantes líneas Josimar.

Gracias por compartirlas.

Saludos.

 

Fantástico, una maravilla de poema prodigioso.

 

Un buen Poema
besos
Rosario

 

Hermoso leerte, gracias por compartir tus versos, bendiciones y un abrazo desde la distancia.

 

Un placer enorme recibir tus palabras. saludos desde L.A.