La sillita de ruedas

Duerme la niña en su camita rosa.
Su cara perfumada de alhelí
Dibuja una sonrisa carmesí.
Su pelo es del color de la caoba.

La noche deja pasar a la aurora,
Color malva y olores de jazmín
Entran por la ventana del jardín,
Acariciando a la niña pecosa.

La niña del mundo del sueño vuelve
Lozana como si fuera amapola,
Tarareando una canción alegre.

Pasa y saluda volando una alondra,
Que sigue con su vuelo hasta esconderse
De los árboles en la espesa fronda.
...

Con un agua muy clara han aseado
A la pequeña, y la ponen sentada
En su sillita de ruedas doradas,
Dejando un libro de cuentos al lado.

Un gato salta sobre su regazo
Y se hace como un ovillo de lana
Para que, como todas las mañanas,
Vuelva a sentirse por su amiga amado.

La niña mira al gato con ternura
Y el gato, que es cachorro, ronronea
Sintiendo de la niña su dulzura.

El sol tiene calor de primavera
Y llena corazones de frescura
Borrando de las almas la tristeza.

La tristeza que no siente
Esa niña que padece
En su sillita de ruedas.

xxx

Vicente Moret Bonillo, Churrete.

 

Muchísimas gracias... Me complace que te guste.

 

Encantador poema nos dejas con la historia de esa niña que tiene que estar clavada en su silla de ruedas...

 

Muchísimas gracias... No sé si es el mejor, pero es el que más me gusta a mí.

Un abrazo.

Vicente

 

Gracias... Tu comentario hace honor a tu nick. Vicente

 

Gracias amiga... Eres muy amable. Vicente.