La prudencia y la paciencia

La prudencia y la paciencia
que tan importantes son,
hoy las vemos relegadas
a un papel de segundón,
dejándole el que es fundamental
al de la vulgar presencia, que son
para el inepto su preciado galardón.

Todos vemos a diario lo que da
el telediario por la noche y por el día,
y observamos con gran asombro,
lo que brilla la belleza, aunque
aquellos que la ostentan no tengan bien
amuebladas sus perfumadas cabezas,
del sujeto o la sujeta que su imagen
nos imponen cual manejables marionetas.

Cuando al trabajo marchamos
la prisa es nuestra compañera,
que nos hace que vayamos como
pobre sin despensa, con ganas de
porfiar y sin mirar otras jetas,
solo interesa llegar para colgar las chaquetas,
sabiendo que una vez dentro, solo,
nos queda la vuelta.

Así pasamos la vida entre trabajo y consumo
viendo como nuestro cuerpo se va convirtiendo en humo,
y aunque cual atleta corrimos buscando nuestro sendero,
nuestras gestas quedaran como la de tantos agoreros,
que como nosotros corrieron, sabiendo que
siempre ellos correrían para no ser los primeros.

Joanmoypra/2011

 

Hermoso poema, muy bello, perfecto.

 

Extraordinaria composición, estupenda.

 

Gracias jorge por leer
esta mi modesta oda,
en la que intente plasmar
las prisas que nos agobian,
en esta sociedad que va
a ver quien antes, a codazos
mas destronan.

Un cordial saludo de:
joanmoypra

 

bien ciertas son tus palabras pues los que viven en grandes ciudades han perdido el contacto con los que le rodean, solo piensan en ellos, por motivos que tu detallas, eso no pasa en los pueblos al menos son más cordiales, ha sido grato leerlo, abrazos, estrellas y felices fiestas, Ricardo

 

Felices Fiestas Ricardo
y gracias por haber leído
lo que con cuatro frases
intente concienciar de
buena fe, que con prisa
y sin paciencia andamos
mal el camino.

Un cordial saludo de:
joanmoypra