A una niÑa de alas rotas

Ojos tristes y de mirada esquiva. . .
Niña tu rostro denota el dolor
y la huella que ha dejado un mal amor
llevando consigo tu fe cautiva.

Palabras duras y frío sentir.
tu lenguaje refleja hondo penar
y el eco mortal de un triste cantar
que ni siquiera el cielo puede oír.

Mi niña, tu tormenta ya pasó,
los rayos del sol entibian tu sino
secando del ayer las últimas gotas.

y un horizonte de amor renació
trayendo sólo dicha a tu camino
curando mi beso, tus alas rotas. . .


(Agosto 26 y 27, Septiembre 20 de 2010)

 

me gusto mucho este poema
un sentido profundo de tu escrito
encantado de leerte
un abrazo

Francisco Duarte

 

Gracias por tus comentarios, saludos desde L.A.