Ave de paso

Ave de paso


Bailarán de azules rosas,
con sus danzas de colores,
las más bellas mariposas,
y en sus noches, ruiseñores
cantarán…

Libidinosas,
las abejas a sus soles,
libarán todo en amores;
soñarán poesía siendo prosa,
y parirán poetas, tenores
con su alma candorosa.

Desde aquel balcón del viento
miraba el azul del cielo;
pasó un pájaro sin nido,
con sus alas, y dormido,
viajaba con su vuelo
hacia Eolo en su lamento.

Y aquel ave de fortuna,
revistió de rojo aliento;
se inflamó por un momento,
y quedó un aroma a pluma.

Intenté seguir su paso,
y al no ver huella ninguna,
el horizonte se hizo espuma
con las nubes del ocaso.

Y un verde en los ojos,
y un fresa en los labios;
besos que rojos
son corolarios,
dulces golosos,
sueños rosarios,
velos celosos.

Piedras sencillas
de romos amorfo;
redondas de esquinas,
posibles semillas,
incierto su mosto.

Viñal de las viñas,
inertes en costos;
futuros vencibles,
rocas temibles,
aura en el rostro;
tierras de herida,
lides de vida,
sangre de ignoto.

Paso del ave, venida,
con sus alas tupida,
con sus sombras de nodo.​

 

Hola, pues segui las huellas de esta ave de paso y me gustó por donde me llevó paisaje muy fresco y bello con imagenes relajantes y naturales. Saludos y estrellas
¡SONRIE!

 

que bien ta ha quedado poeta felicidades


un abrazo fuerte

 

Buen trabajo pero... Se me antoja en su final una referencia al infausto tiempo en que se cantaba con el brazo en alto y no precisamente a la luna.

 

grandioso poema... un reflejo de algo que fluye de la tierra... como cuando el rocío besa las hojas tiernas por la mañana... o los susurros solitarios del viento acarician las pieles de los bosques... saludos. Fuerza.

 

Muchas gracias por tu comentario mujerbonita, un abrazo

 

Muchas gracias por tu comentario Francisco; nos hemos modernizado! Un abrazo

 

Muchas gracias por tu comentario Ángel. No, nada que ver; la palabra nodo la utilizo como acepción de vibración y acústica, un abrazo

 

Bello poema Orfelunio especial entre las aves que a su paso presumen con sus exóticas plumas y cantan al viento, un beso

 

Eso es orees. Es lo que he intentado, tanto en el título como en el contenido; el ave de paso que es el hombre, y el paso del ave, que se pierde hacia el horizonte, y nos deja la imagen, y el aroma de un vuelo que nos vibra en la carne. Un abrazo

 

Muchas gracias Mayca por tu comentario, un fuerte abrazo