Ruedan, ruedan, ruedan

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Ruedan, ruedan, ruedan



Aguas, aguas, aguas,
tierras, tierras, tierras;
cruce de sustancias
atolón que queda afuera.

Volcanes en potencia,
ríos de quimera,
aguas, aguas, aguas,
química imposible
de antrópica no muera.

Treinta y tres mil son los planetas,
tierras, tierras, tierras,
de vida que sincera,
del universo hostil
son las plaquetas bellas,
contados plasmas betas
cero coma cero uno por mil
de todas sus estrellas.

Aguas, aguas, aguas,
la vida es,
lo fue y lo fuera,
en treinta y tres
de sus maneras.

Tierras, tierras, tierras,
miles de millones
de galaxias teloneras;
Pi nos da la muestra,
redonda e infinita,
altiva y altanera,
aguas, aguas, aguas,
tierras, tierras, tierras,
ruedan, ruedan, ruedan.​

 

Siempre exquisito y esta vez, además, causándonos esa impresión de velocidad tan difícil de conseguir ¿Cómo lo haces? Luís.

 

Muchas gracias Luís por tu comentario. La velocidad en muchas ocasiones es debida a la inspiración o más bien momentos de euforia, donde no se buscan las palabras, sino que llegan solas. Hay escritos no inspirados en nada, que simplemente van surgiendo; otras veces son momentos que nunca se olvidan: de la infancia, de la adolescencia o cualesquiera otros, y que una vez terminado el escrito, para llegar a comprenderlo es necesario una explicación ya que textualmente poco tienen que ver con lo que lo ha inspirado; y en otras ocasiones se es más explícito en referencia al motivo, eso sí, añadiendo un toque de fantasía y o, de humor, de misterio, de verdad o de mentira. Un abrazo

 

muy loco este poema....va desenfrenado calculando...sumando...como que nunca llegaría a destino o podría conocer a todos los lugares...mis estrellas...

 

Muchas gracias por tu comentario dodox, un abrazo