Mi otro yo.

Mi otro yo.​

Mi otro yo ya esclareció la razón de tu partida.


Ya no se lamenta como una Magdalena que ha perdido


a sus hijos, no sufre y no llora a cántaros un cielo rojo


y no pernocta en un oscuro rincón lacerado entre


paredes frías, paredes con aceites y resinas.​

Mi otro yo está con sus pálpitos al corazón


de otras llegadas, de ver horizontes y un país


que sople con fuerte viento los nichos.​

Mi otro yo sabe de traiciones, por eso no


es tan cobarde al hastío del amor humano.


Mi otro yo aún tiene carne, saluda con


sus dedos amarillos y recorre calles.​

Es un errabundo que espera la salida del


sol, amante de la tierra y de hacer el amor


en el pasto, amante de los equinoccios


y de los eclipses, de las luna llenas.​

Mi otro yo comprende que cuando un amor


[SIZE=3]se marcha es primordial abrir otra brecha.[/SIZE]


[FONT=Arial][SIZE=3]Pero el otro, ése aún no entiende que [/SIZE]


[FONT=Arial][SIZE=3]existe una llave para abrir otro abismo,[/SIZE]


[FONT=Arial][SIZE=3]y no morir de hambre en la hiedra.[/SIZE][/FONT][/FONT][/FONT]​

[FONT=Arial][FONT=Arial][/font][/font]

 

Mi Jock que rico volver a leerte otra vez.

Besitos y estrellas para ti y para tu otro yo.
:::hug:::

 

Como un enemigo imaginario, como un maestro en ciernes, como luz debajo de la puerta de nuestras oscuridades, viven dentro de nosotros personajes que se atreven a pensar más allá de lo visible. Enhorabuena que existe algo al otro lado del silencio, enhorabuena si sabemos, como usted lo sabe, hay algo más que nuestros pequeños infiernos.

Saludos compañero. Tiene usted una voz propia, y eso, acá y en Colombia, es bien bueno.

 

Mil gracias CARO por la lecura,

un beso.

 

Mil gracias por su valiosa lectura,

un abrazo.

 

Interesantísimas letras,
cargadas de reflexiones,
con rastros melancólicos,
como siempre es todo un placer recorrer sus letras,
gracias por compartirlas.

Sus estrellooootas.
:::hug:::

 

Igual son dos, o tres yo's. A veces trato de contarme, y no sè, se van los nùmeros con mis otros dedos, y cuando vuelvo, alguna de mì se apoderò y se vuelve un juego muy largo.
Es mejor estar en armonìa con cuantos yos tengamos, no vaya a ser que luego nos despisten.
Abrazos muchos, tu voz es fuerte.