Miedo en mis huesos

La soledad
esgrime su puño,
amenazante,
como un coloso
que con su sombra,
se cierne
sobre mi cabeza.

Huyo,
y en la huida,
volteo mil veces
hacia atrás,
temerosa,
temblorosa,
palpitante,
con un miedo
incrustado en mis huesos,
pegado a mi carne,
barnizando mi piel.

Me detengo,
y me reto,
huir me dejaría desnuda,
como una cobarde,
como un engendro
que no sabe
quien es,
adonde va,
qué busca...
de qué huye.

 

intensas las sensaciones de miedo y soledad expresadas en tus excelentes versos Fedora...

mis afectuosos saludos

Ramiro

 

Que la soledad no te cale los huesos, calaselos tú a ella y después huye.
Buen poema, me gustó.
Saludos

 

La soledad es mala compañía, sin embargo tu mejor amiga, es tu inspiración convertida en bellas poesías.

 

Gracias por tus palabras, un honor tenerte en mi espacio personal... besos

 

Gracias por tu comentario... saludos y un fuerte abrazo...

 

Si, para mi la soledad es invaluable... no soy yo sin ella... estoy a gusto en su mundo aunque juegue malas pasadas... un gusto que pasaras por mis letras...