Romance medieval

Llego a las tierras del sol,
tras caminar mil caminos.
llego hambriento de belleza
y de versos peregrinos.
Llevo polvo hasta en las cejas,
llego cansado y molido,
también ronco de cantar
mis coplas, rimas y ripios.
Desde lejos vi brillar
por encima de los pinos
una cruz que dominaba
las almenas de un castillo.
Mi corazón se alegró:
¡Encontraría destino
donde sacudir el polvo,
reposar el cuerpo herido,
saciar muchas de mis hambres
y dar a mi mente alivio!
Mas también sintió temor:
¿Ese resplandor tan vivo
no será de las hogueras
que encendieron los malditos?
¿Quién reina en este lugar?
¿Quién el dueño del castillo?
¿Será un señor liberal?
¿Será un tirano proscrito?
Dudo, mas, me acercaré
con cuidado que mi instinto
pronto lo averiguará,
tiene experiencia y es fino.
¡Ah, del castillo! ¿Me abrís?
¡Soy trovador peregrino!​

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Quería recordar a los juglares que iban de pueblo en pueblo con sus romances cantados...:::banana:::

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No es en plan conquistador, amigo Mont, ya ves que sólo se trata de alimentarse y descansar pagando con canciones y romances que es la única riqueza del juclar.

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Gracias, Chepeleón, ya corregí los fallos en el verso que indicas:

Mas también sintió temor , faltaba el acento ya que se refiere al corazón mencionado anteriormente.

Te agradezco la atenta lectura, lo coloqué en gótico ya que es medieval y el tema no tiene nada de místico y poco de fantástico ya que en aquellos tiempos había muchos juglares que recorrían pueblos y castillos cantando romanzas de hazañas y hechos de cierta importancia.

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